Los médicos han señalado que no ir a la escuela tiene consecuencias a largo plazo para el desarrollo cognitivo y social de niñas y niños  (Foto: © iStock/Ridofranz)

El dilema de mandar o no a los niños a la escuela en tiempos de pandemia

A medida que se va acercando la última semana de agosto y los primeros días de septiembre, va aumentando la preocupación de las madres y padres de familia que tienen niños en edad escolar ante el dilema de mandar o no mandar a los hijos a la escuela.

Todavía no existe una vacuna contra el Covid-19, por lo cual tendría sentido no enviar a los niños a la escuela. Sin embargo, los médicos ya han señalado que faltar a la escuela tiene consecuencias a largo plazo para el desarrollo cognitivo y social de niñas y niños. Además, las últimas investigaciones han mostrado que los niños pequeños tienen un bajo riesgo de contraer o propagar el Covid-19.

La directora médica de prevención y control de infecciones del Hospital Infantil del Este de Ontario en Ottawa, Nisha Thampi, entiende la reticencia de los padres sobre el regreso de sus retoños a clases, porque además de ser pediatra, es también madre.

Ella dijo que se siente animada por los resultados de un estudio reciente sobre el riesgo de los niños de contraer el coronavirus y de contagiar a otras personas.

«Es con más información sobre el riesgo de transmisión e infección que podemos establecer las políticas para el entorno escolar y otros entornos comunitarios», dijo Thampi.

La falta de rutinas y contacto social también afecta a los más pequeños. Foto: iStock.

Un estudio llevado a cabo en Corea del Sur, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, reveló que el porcentaje de contagio ocasionado por los niños menores de nueve años en sus hogares  es de solamente un 5,6%, mientras que los niños entre 10 a 19 años propagan el virus al mismo ritmo que los adultos, es decir, casi el 19%.

Las investigaciones también han demostrado que la enfermedad ocasionada por el coronavirus suele ser leve en los niños.

Un reciente meta-análisis de 550 casos de Covid-19 entre niños menores de 18 años en China, Italia y España encontró que sólo nueve niños tuvieron un caso severo de la enfermedad. Uno de ellos, que murió, tenía condiciones médicas previas.

«Hay datos sólidos que demuestran que en la mayoría de los casos, un niño con Covid-19 tiene un adulto sintomático en el hogar que también da positivo en un examen de detección del virus», dijo Thampi.

Esto significa que parte de las posibilidades para controlar la propagación de la enfermedad en las escuelas depende de que los padres actúen como «socios en el cuidado», enseñando a sus hijos sobre la buena higiene de las manos y tomando decisiones acertadas sobre sus propias prácticas de distanciamiento físico, dijo la directora médica de prevención y control de infecciones del Hospital Infantil del Este de Ontario en Ottawa.

“Aunque tenía mucho sentido cerrar las escuelas al principio de la pandemia cuando recién estábamos aprendiendo sobre el Covid-19, ahora tenemos la oportunidad de aprender de otras partes del mundo que han reabierto las escuelas con nuevos protocolos de seguridad», dijo la pediatra.

La doctora Nisha Thampi, pediatra especializada en enfermedades infecciosas junto a su hija Lekha Villeneuve demostrando cómo lavarse el pulgar. (Foto: Haneen Al-Hassoun/CBC)

«Apoyo a las familias que están preocupadas porque las escuelas no son un lugar seguro al cual volver, porque diría que el entorno escolar antes de la pandemia no tenía las estrategias en marcha para minimizar la propagación de la infección», dijo Thampi.

Un aspecto, según la pediatra, era que muchos padres enfrentaban presiones laborales que dificultaban el poder guardar a los niños enfermos en casa.

Trabajar desde casa no es posible para todos los tipos de empleo, pero la pandemia ha demostrado que el teletrabajo es una opción para muchas madres que trabajan. Esto, combinado con una nueva vigilancia de los síntomas respiratorios, puede ayudar a establecer nuevas normas para mantener a los niños enfermos en casa y no mandarlos a la escuela.

«Creo que volveremos a un entorno escolar siempre y cuando se establezcan las políticas adecuadas, un entorno escolar que sea más seguro en cuanto a los riesgos de transmisión de la infección y que ofrezca oportunidades para el aprendizaje, la socialización y, lo que es más importante, el aprendizaje y el desarrollo entre pares», dijo Thampi.

Eso podría significar medidas como separar a los niños en grupos más pequeños guardando la distancia, capacitar a los niños en prácticas de higiene en la escuela y llevar a cabo clases al aire libre siempre y cuando el clima lo permita, explicó la pediatra.

Un aula en la provincia tailandesa de Pathum Thani, el 1º de julio, las viejas urnas electorales fueron recicladas como tabiques de separación a medida que el gobierno tailandés flexibiliza las medidas de aislamiento y reabre las escuelas en todo el país. (Foto: Athit Perawongmetha/Reuters)

Para el doctor Michael Silverman, responsable del Departamento de enfermedades infecciosas del Centro de Ciencias de la Salud y del St. Joseph’s Health Care en la pequeña ciudad de London Ontario, hay preocupación por el retorno de los niños a clases, pero no se está considerando los riesgos de quedarse en casa.


«Si los niños faltan a la escuela, hay un impacto a largo plazo en su desarrollo cognitivo, en su desarrollo social y en su capacidad general de funcionar en la sociedad».

Michael Silverman, médico.


Un estudio de UNICEF en Canadá estableció que la pandemia está teniendo un impacto sin precedentes en niños y jóvenes, citando las rutinas interrumpidas y la pérdida de educación y otros recursos. La organización pidió a los gobiernos que «adopten nuevas medidas para la mitigación la crisis» porque los niños «no pueden esperar meses o años para volver a la escuela».  

El doctor Michael Silverman, jefe del Departamento de enfermedades infecciosas del Centro de Ciencias de la Salud de London, Ontario, dijo que no se estaba prestando suficiente atención a la investigación sobre los efectos en los niños de la falta de la escuela durante meses. (Foto: Craig Chivers/CBC News)

Dado que los niños menores de 10 años representan poco riesgo de transmisión de infecciones a otras personas, tiene sentido que su cohorte regrese a clase, dijo Silverman.

«Si son los menos propensos a enfermarse, también son los menos propensos a contagiarse, y les va peor con la educación a distancia. La prioridad entonces debe ser que al menos los niños muy pequeños puedan volver a la escuela», dijo el responsable del Departamento de enfermedades infecciosas del Centro de Ciencias de la Salud en la ciudad de London, Ontario.

A medida que se acerca el mes de septiembre, los sindicatos de maestros están pidiendo planes claros para reabrir las escuelas de forma segura. La Asociación de Maestros Católicos Ingleses de Ontario, por ejemplo, ha pedido al gobierno provincial que dé instrucciones a los consejos escolares sobre sus responsabilidades para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal.

Silverman señala que la mayoría de los expertos en enfermedades infecciosas anticipan que vendrá una segunda ola de la pandemia.

Según estudios, el porcentaje de contagio ocasionado por los niños menores de nueve años en sus hogares es de solamente un 5,6%. (Foto: ©iStock/FatCamera)

«Si no aprovechamos el momento en que estamos en un nivel relativamente bajo de transmisión, cuando llegue otro nivel alto de transmisión y tengamos que cerrar las escuelas de nuevo, habrá un período de tiempo extremadamente largo sin educación», sostuvo Michael Silverman.

Silverman también reconoció que la elección debe quedar en manos de la madre y el padre en cuanto a mandar a sus hijos a la escuela. Son ellos quienes deben decidir si sus hijos aprenden más en la sala de clase – con las mejores prácticas para el control de la infección – o si lo hacen desde el hogar.


«Lo que estoy defendiendo es que no deberíamos cerrar todas las escuelas y quitarles la opción a los padres. Los padres deben ser capaces de tomar decisiones informadas en nombre de sus hijos, a partir de lo que creen que es mejor para su familia».

Michael Silverman, médico.


A UNICEF Canadá le preocupa los efectos de la pandemia en los niños más vulnerables “que tienen más probabilidades de aislarse de la escuela, caer en una mayor pobreza, sufrir privaciones y un estrés tóxico prolongado, además de carecer del apoyo y la protección que necesitan. Esta es una generación que sufrirá las mayores repercusiones a largo plazo”.

Fuentes: CBC / B. Weikle / UNICEF Canada / Canadian Press / RCI

Categorías: Salud, Sociedad
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