Un nuevo estudio llevado a cabo en Canadá, sugiere que la comunidad negra del país presenta un grado de diversidad hacia el interior de la misma que no sólo se expresa en el plano cultural, sino en la situación socioeconómica de sus componentes.
En el marco de la Década Internacional para las Personas Descendientes de Africanos, el Centro de Género, Diversidad e Inclusión Estadística produjo un nuevo reporte, que brinda información detallada sobre la realidad de la comunidad negra en suelo canadiense, particularmente en su aspecto socioeconómico, repasando la información estadística recogida entre 2001 y 2016.
Refugiados o reunificación familiar, son mayoría entre los inmigrantes negros aceptados. THE CANADIAN PRESS/Frank Gunn
Integración familiar y refugio
Según el nuevo reporte, la población de raza negra en el país es en su mayoría joven, con 550.000 miembros de la misma en edades que oscilan entre 25 y 59 años y 7 de cada 10 de sus integrantes son nacidos en el extranjero.
Los inmigrantes de ese grupo étnico admitidos en el país desde la década de 1980 llegaron en su mayoría en condición de refugiados (60 por ciento) o fueron apadrinados por familiares que ya vivían en el país.
En datos que surgen del censo de 2016, la mayoría de los inmigrantes provenientes del Caribe fueron admitidos bajo el programa de reunificación familiar, principalmente en los que hace a matrimonio o parejas. Cerca del 60 por ciento de estas personas eran hombres.
Por su parte, quienes llegaron al país bajo la figura de refugiados fueron alrededor del 40 por ciento del total y la tendencia en cuanto al origen de estas personas se sigue desplazando de la región caribeña al África, principalmente Camerún, Costa de Marfil y Senegal.
Las madres solas son más numerosas entre las mujeres negras. Foto: iStock.
Madres solas
La comunidad negra en Canadá presenta una proporción más alta de madres solteras que el resto de los grupos raciales.
Según las cifras abordadas por el estudio, el 27 por ciento de las mujeres negras entre 25 y 59 años son madres solas, mientras que para el resto de la sociedad la proporción baja al 10 por ciento.
La situación se presenta con mayor frecuencia entre las mujeres negras inmigrantes que entre las canadienses de origen.
Los progenitores solteros, sobre todo si se trata de la mujer, aparecen más frecuentemente relacionados con la precariedad económica de la familia.
Los hombres inmigrantes suelen tener mejor formación que los nacidos en Canadá. Foto. iStock.
Segunda generación y estudios
La proporción de mujeres con título universitario es más baja entre las integrantes de la comunidad negra que entre el resto de las mujeres.
La excepción a dicha constatación está dada por las mujeres negras de segunda generación, es decir, nacidas en Canadá con al menos uno de los progenitores siendo inmigrante.
Mientras que en el caso de los hombres la detentación de un diploma no difiere de manera importante en el conjunto de la sociedad, la brecha era más significativa entre los inmigrantes y la población nacida en Canadá. Esta aparente contradicción se debe, principalmente, al mayor peso demográfico de la población inmigrante dentro de la población negra. “Dado que los hombres inmigrantes -tanto negros como no negros- tienen más educación que los hombres nacidos en el Canadá, este mayor peso demográfico tiende a aumentar el nivel general de educación de la población negra”, dice el informe.
La mujeres llegan con menos instrucción, pero logran la inserción laboral más rápidamente. Foto: iStock.
Hombres negros con menos empleo
A pesar de lo señalado, respecto al alto grado de educación y calificaciones de muchos inmigrantes, cuando se trata de trabajo, los hombres de raza negra presentan una tasa de empleo que ronda el 78 por ciento, comparado con el 83 por ciento del resto de la población masculina.
El estudio examinó 4 censos, en los que pudo constatar la misma situación.
Por el contrario, en el caso de las mujeres, no hay grandes discrepancias en la inserción laboral que logran las integrantes de la comunidad negra con el resto de la sociedad. La tasa de empleo para las mujeres, según el censo de 2016, rondaba el 70 por ciento para todos los grupos.
No obstante, el desempleo sigue siendo una de las desigualdades que afectan principalmente a la gente de raza negra, más allá de su sexo o edad.
Mejor preparados que sus colegas canadienses, pero con salarios más bajos. Foto: iStock.
Ingresos más bajos
Además de la menor inserción laboral respecto a sus pares, los hombres negros suelen percibir salarios más bajos que el resto de los trabajadores.
En 2015, el ingreso medio de un trabajador negro fue de 41.000 dólares canadienses anuales, 15.000 dólares por debajo de los 56.000 que obtuvo en promedio el resto de la mano de obra masculina.
Una vez más, llama la atención que la brecha es mayor entre los nacidos en Canadá que entre los inmigrantes. En el caso de los trabajadores negros de segunda genación (nacidos en el país, hijos de inmigrantes), la diferencia salarial se extiende a 22.000 dólares.
En el caso de las mujeres, una vez más, la situación se presenta menos desequilibrada.
El estudio indica que las trabajadoras negras perciben ingresos equiparables al del resto de las mujeres. Tomando nuevamente las cifras de 2015, las inmigrantes de raza negra tuvieron un ingreso promedio de 35.900 dólares, contra 35.500 del resto de la mano de obra femenina.
Los menores de 15 años de raza negra se encuentran en la pobreza con más frecuencia que otros grupos. Foto: iStock.
Pobreza infantil
Un dato verdaderamente alarmante es que el 27 por ciento de los niños de raza negra en Canadá vivía en la pobreza en 2016.
Más de un cuarto de los niños negros en Canadá son considerados pobres, según los estándares nacionales.
La situación también se presenta para el 14 por ciento de los menores de otros grupos raciales.
Con información de Estadísticas Canadá.
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