Un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta se propone averiguar si las partículas de saliva que expelen las personas al cantar pueden favorecer la transmisión del coronavirus.
La iniciativa surgió luego que meses atrás se difundió profusamente la forma en la que el aire se comporta como “medio de transporte” de algunas enfermedades, al trasladar las gotas que despide una persona al toser, estornudar y, aparentemente, también al hablar o cantar.
En consecuencia, el director del coro de la Universidad de Alberta propuso a los científicos de esa casa de estudios llevar adelante una investigación, para saber si un coro puede potenciar los contagios provocados por la pandemia.
Las microgotas despedidas al toser o estornudar amenazan la salud de los demás. Foto: iStock.
Certezas en lugar de temor
Laurier Fagnan se propuso averiguar si los 28.000 coros y sus 3,5 millones de integrantes en Canadá podrían estar “cooperando” en agravar la situación del coronavirus en el país, luego que trascendió que varios miembros de un importante coro estadounidense contrajeron el Covid-19 durante un ensayo.
Para averiguarlo, el director coral requirió los servicios de expertos que analizarán la dinámica de los fluidos mediante la aplicación de técnicas computacionales, además de especialistas en imágenes ópticas y enfermedades infecciosas, para medir hasta qué punto un cantante expulsa las gotitas, partículas y aerosoles infectados bajo diversas condiciones.
Las pruebas se llevarán a cabo tanto en cantantes profesionales como aficionados, ya que los primeros están entrenados para producir mayor energía acústica con menos respiración, mientras que los segundos hacen lo inverso, es decir, reemplazan su falta de destreza vocal aplicando más energía en su respiración, lo que haría más fácil que arrojen mayor cantidad de fluidos.
El estudio prevé la evaluación del comportamiento de sopranos, tenores, altos y bajos, así como una combinación de vocales y consonantes, incluídas las que producen un mayor desplazamiento de aire y humedad.
Una segunda etapa contempla llevar a cabo pruebas similares, pero con un número mayor de participantes y el uso de elementos protectores, como mascarillas o mamparas.
El estudio quiere establecer si cuando cantamos también arrojamos gotas y microgotas al aire. foto: iStock.
El equipo que tendrá a cargo la investigación cuenta con la participación de Nelson Lee, un experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Alberta, que fue uno de los firmantes de la carta remitida meses atrás a la Organización Mundial de la Salud donde, junto a varios colegas científicos de diversas disciplinas, advirtió sobre la transmisión potencial del Covid-19 a través del aire.
Por su parte, Fagnan sostiene que la carta ayudó a generar una especie de “psicosis social”, sin que se cuente aún con los elementos científicos necesarios para corroborar esa hipótesis.
La actividad coral fue afectada por las medidas restrictivas definidas por las autoridades canadienses, en la búsqueda de contener la propagación del virus, y el director coral sostiene que si la investigación demuestra que el canto no favorece los contagios, eso permitirá que, con las disposiciones de distanciamiento social pertinentes, los millones de personas que se dedican de manera profesional o como afición a la actividad puedan volver a hacer sonar sus voces.
Los cantantes no profesionales suelen poner más fuerza en la respiración, lo que facilitaría despedir flujos. Foto: iStock.
Prevención y conciencia
Diversas investigaciones científicas producidas tras la aparición del coronavirus indican que la enfermedad puede ser transmitida a través de las gotas que permanecen en el aire, tras ser arrojadas por una persona infectada al toser o estornudar.
En un primer momento se habló de que algunas de esas gotas son capaces de permanecer “flotando” varios minutos y los estudios más recientes sostuvieron que una parte de las mismas puede recorrer distancias que superan los dos metros, en espacios cerrados.
El mencionado profesor Lee, tomó nota en su momento de estas cuestiones y buscó tranquilizar al público general y a las autoridades, mediante algunas precisiones.
Las gotas más pequeñas pueden permanecer en el aire durante horas. Foto: iStock.
El especialista sostuvo que sólo una porción de esas gotas, que tienen un tamaño muy reducido, son las que pueden mantenerse en el aire por más tiempo y recorrer distancias más largas.
Las gotas, microgotas y aerosoles que resultan de toser o estornudar son eficaces a la hora de transmitir virus a distancias variadas y según la enfermedad de que se trate. El caso será más complicado cuando se trate de males altamente infecciosos, como por ejemplo el sarampión.
De allí que el investigador recuerda la importancia de una buena ventilación de los espacios cerrados, para impedir que esas partículas permanezcan flotando en el aire por largo tiempo.
La actividad coral en Canadá suma millones de adeptos de todas las edades. Foto: iStock.
Consejos vigentes
El Centro para el Control de las Enfermedades de Columbia Británica sostiene que “las enfermedades respiratorias, como la gripe y el COVID-19, se propagan por medio de gotitas de líquido que salen de la boca y la nariz cuando una persona tose, estornuda y, a veces, cuando una persona habla o canta”.
La entidad,que depende del ministerio de Salud provincial, agrega que esas gotitas suelen caer a uno o dos metros de distancia, pero que pueden hacerlo “sobre otra persona si está cerca. Las enfermedades pueden propagarse si las gotitas con el virus entran en el cuerpo a través de los ojos, la nariz o la garganta”.
El Centro recordó la importancia de mantener diversas medidas de prevención, que pueden ayudar a reducir el riesgo de entrar en contacto con las gotas contaminadas.
Cubrirse para estornudar o toser, un gesto recomendable y efectivo contra los contagios.Foto: iStock.
Entre los consejos brindados por la entidad figuran:
- Siga practicando el distanciamiento físico.
- Quédese en casa si está enfermo y limite su contacto con los demás.
- Lávese las manos a menudo con agua y jabón o con un desinfectante para manos que contenga al menos un 60% de alcohol.
- Tosa y estornude en un pañuelo o en el reverso de su codo
- Evite tocarse la cara con las manos sin lavar.
- Limpie y desinfecte las superficies y objetos.
- Use una máscara o una protección para la cara, cuando sea necesario.
Fuentes: Universidad de Alberta / Centro para el Control de las Enfermedades de Columbia Británica.
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