Los miembros del Movimiento de Recursos sostienen carteles pidiendo al gobierno que les cobre más impuestos. Están presionando por una menor desigualdad en Canadá. (Cortesía de Movimiento de recursos)

Son canadienses jóvenes, ricos, y quieren compartir su riqueza ¿Por qué?

Son unos 200 jóvenes de entre 18 y 40 años, millonarios, reagrupados detrás de un objetivo bien definido: que la distribución de la riqueza en Canadá sea más justa hacia los que menos tienen. Para eso cuentan con un nombre: Resource Movement, una «comunidad de jóvenes con riqueza y privilegios de clase que trabajan por la redistribución de la riqueza, la tierra y el poder».

Ese movimiento maneja cifras: 87 familias más ricas poseen colectivamente $ 259 mil millones, cerca de $ 3 mil millones cada una. Mientras que en el extremo inferior del espectro, 3,4 millones de personas en Canadá viven por debajo de la línea de pobreza oficial de Canadá.

3,4 millones de personas en Canadá viven por debajo de la línea de pobreza oficial de Canadá.(Ivanoh Demers/CBC)

El tema de los millonarios de este mundo que consideran que tendrían que pagar más impuestos, sobre todo ahora en tiempos de pandemia, está ganando terreno en el mundo desarrollado.

En el mes de julio, un grupo de 83 multimillonarios de todo el mundo, dio a conocer a través de una carta un pedido a los gobiernos para que cobren más impuestos a las grandes fortunas con el objetivo de utilizar ese dinero para paliar los efectos de la pandemia de coronavirus. 

La carta fue publicada a través de la organización Millionares for Humanity (Millonarios por la Humanidad) y firmada por millonarios de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Países Bajos y Nueva Zelanda, y es promovida por la ONG Oxfam en Estados Unidos y el Club de Roma en Europa, entre otros.

«Hoy, nosotros, los millonarios y multimillonarios que suscribimos esta misiva les pedimos a nuestros gobiernos que nos aumenten los impuestos. Inmediatamente. Sustancialmente. Permanentemente

«Mientras el COVID-19 golpea al mundo, los millonarios como nosotros tenemos un papel fundamental en curar a nuestro mundo».

«Tenemos una enorme deuda con las personas que trabajan en la primera línea de esta batalla global. La mayoría de los trabajadores esenciales están muy mal pagados para la responsabilidad que tienen».

El documento lleva la firma de distintas personalidades, entre las que se incluye la heredera de Walt Disney Co., Abigail Disney, el ex director gerente de BlackRock Inc., Morris Pearl, y el empresario danés-iraní Djaffar Shalchi.

De Canadá firmaron Ulrich Freitag, Claire Trottier y Sylvie Trottier.

Un movimiento que se extiende en Canadá…pero con jóvenes

Canadá necesita impuestos sobre el patrimonio y la herencia: la propuesta de Resource Movement: video

«Un impuesto sobre el patrimonio no tendrá ningún impacto en mi vida. Así que, ¿por qué no?» dijo Claire Trottier en una entrevista con Radio-Canadá. «Nadie va a llorar por mí si tengo que dar parte de mi herencia.»

La familia Trottier es muy rica.  Claire Trottier, 40 años, profesora de microbiología e inmunología en la Universidad McGill de Montreal, creció en un ambiente de opulencia.

Su padre, Lorne Trottier, cofundó Matrox, una compañía de alta tecnología, clasificada como la 38ª canadiense más rica a finales de los 90 cuando ella asistía a un instituto privado.

Claire es parte de un grupo de 200 canadienses de 18 a 40 años de edad que han decidido compartir parte de sus fortunas y han creado Resource Movement.

Sus miembros proponen la creación de dos nuevos impuestos: un «impuesto sobre el patrimonio» para el 10% más rico de los canadienses y un impuesto de sucesión para el 10% más rico de los patrimonios. Esos impuestos afectarán sus propias cuentas bancarias y las de sus padres.

Los ricos canadienses que todavía no se manifiestan durante COVID-19

Canadá es el hogar de algunas de las personas más ricas del planeta, ocupando el quinto lugar en el mundo en cuanto a individuos de “riqueza neta ultra alta”, según un informe reciente de la firma de datos Wealth-X.

La fundación familiar de Claire Trottier donó casi $ 10 millones para proyectos ambientales, de salud y educación solo en 2018. «Hay muchas familias como la nuestra que no toman esta decisión», dijo. «Un impuesto sobre el patrimonio es una forma de asegurarse de que todos hagan lo que les corresponde». (Michel Aspirot / Radio Canadá)

La Oficina Parlamentaria de Presupuesto (PBO) canadiense fue creada con el propósito de proporcionar al Parlamento diversos análisis económicos y financieros con el fin de “aumentar la calidad de debate parlamentario y la promoción de una mayor transparencia presupuestaria”.

La PBO ha desarrollado un enfoque de modelización para estimar la parte superior de la distribución de la riqueza familiar en Canadá.

Según su informe publicado en junio de este año, la distribución de la riqueza entre los hogares canadienses está muy sesgada a favor de las familias más ricas.

“Una pequeña proporción de las familias en la parte superior de la distribución poseen un valor neto que es de órdenes de magnitud superiores al patrimonio neto medio del país. La alta concentración de la riqueza de un pequeño número de familias hace difícil que sea fiable medir la riqueza en la parte superior de la distribución”. 

Para simplificar, el informe revela que el 10% de las familias más ricas de Canadá tienen alrededor del 56,7% de la riqueza del país, es decir, más de 6,6 billones de dólares.

En cambio, la oficina de presupuesto parlamentario de Canadá estima que el 40% más pobre tiene el 1,1% de la riqueza, unos 132.000 millones de dólares.

Hasta el momento esa franja de millonarios no se manifestó en estos tiempos de pandemia.

Daniel Hoyer, profesor universitario de 38 años de Toronto, forma parte de Resource Movement. Él cree que un impuesto al patrimonio permitiría recuperar la riqueza que actualmente elude las arcas públicas.

«Como personas que procedemos de un ambiente privilegiado económicamente, sabemos que hay una tonelada de riqueza en este país a la que el Estado no tiene acceso en este momento, pero la necesitamos y podemos usarla de forma más productiva».

¿Es realmente una buena idea cobrar impuestos al patrimonio de los ricos?

Arun Advani, profesor de la Universidad de Warwick, Reino Unido, opina que un impuesto al patrimonio, como el que proponen Millonarios por la Humanidad es «muy buena idea», dijo en una entrevista a la BBC.

«La pandemia de covid-19 ha expuesto deficiencias en nuestros servicios públicos después de una década de recortes en términos reales, lo que significa que rara vez ha habido un momento más urgente u oportuno para pensar en grande sobre los impuestos».

Patrick Leblond tiene dudas. Este profesor de la Escuela de Graduados en Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Ottawa dice que gravar a los más ricos parece una buena idea.  Pero ¿es la forma más efectiva de conseguir más dinero en las arcas del gobierno?» dijo en entrevista con CBC.

Patrick Leblond, profesor de la Escuela de Graduados de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Ottawa, sugirió que tratar todos los ingresos personales de la misma manera podría ser una forma más eficaz de gravar a los ricos. (Simon Lasalle / Radio Canadá)

«El gobierno tendría que contratar gente para tratar de medir todo esto, para correr por todo el mundo porque, por supuesto, cuanto más rica es la gente, más capaz es de esconder sus activos.»

En Canadá, si una persona vende acciones o propiedades, por ejemplo, sólo la mitad de la ganancia, llamada ganancia de capital, es imponible.

Los salarios de las personas, sin embargo, son casi todos gravables.

Es aquí donde Leblond cree que puede haber la posibilidad de cambio. Sugiere tratar todos los ingresos personales de la misma manera, empezando por las ganancias de capital.

Porque gravar las ganancias de capital menos que los salarios son «una ventaja fiscal para los ricos».

Clairte Trottier cree que el próximo discurso del trono, programado para el 23 de septiembre, es una oportunidad para el gobierno liberal de Trudeau de aportar cambios.  

La pandemia ha dejado al descubierto quiénes son los más necesitados de ese cambio en Canadá: los trabajadores de primera línea cuyos salarios están a menudo en el extremo inferior de la escala, dice ella.

Canadá es el único país del G7 que no cobra impuesto a la herencia. Tampoco un impuesto a la riqueza. Las encuestas muestran que una mayoría de canadienses apoya el cobro de impuesto a la riqueza.

Múltiples investigaciones académicas han encontrado que las desigualdades de riqueza y poder están relacionadas con tasas más altas de estrés, enfermedades mentales, adicción a las drogas y acoso escolar, y menor movilidad social y capital social.

CBC- Brigitte Bureau- Millonarios por la HumanidadPBOResource Movement

Categorías: Economía, Política, Sociedad
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