El periódico de circulación nacional The Globe and Mail informó que Canadá abandona las conversaciones para lograr un acuerdo de libre comercio con China, conversaciones que se iniciaron hace cuatro años.
“Un acuerdo comercial entre Canadá y China ya no vale la pena”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, François-Philippe Champagne, en una entrevista con el periódico de la ciudad de Toronto.
«En la situación actual no veo las condiciones necesarias para que estas conversaciones continúen en este momento».
François-Philippe Champagne, ministro de Relaciones Exteriores de Canadá.
Con esa declaración, el ministro Champagne descartó la idea de un acuerdo de libre comercio con la segunda economía más grande del mundo.
Francois-Philippe Champagne, ministro canadiense de Relaciones Exteriores. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Adrian Wyld)
En la búsqueda de ese acuerdo, el primer ministro Justin Trudeau enfrentaba la presión de las voces críticas en el país que lo acusaban de estar demasiado dispuesto a hacer concesiones a cambio de un mayor comercio con China.
En septiembre de 2016, Canadá y China resolvieron una disputa comercial y dijeron que comenzarían las conversaciones exploratorias sobre un pacto de libre comercio, pero dieron pocos detalles sobre un posible tratado de extradición de fugitivos chinos, que había provocado críticas en Canadá.
Hace cuatro años atrás se consideraba que un acuerdo comercial con China podría dar un impulso económico a Canadá, que en ese momento enfrentaba un frágil crecimiento económico, agravado por precios bajos del petróleo, una de las principales exportaciones canadienses.
El canciller canadiense François-Philippe Champagne y su homólogo chino Wang Yi
(FOTO: REUTERS / YARA NARDI)
China es para Canadá el segundo mercado de exportación más importante, después de Estados Unidos.
Las encuestas muestran regularmente que la mayoría de los canadienses no respaldan la idea de un tratado de libre comercio con el gigante asiático, en parte debido al tema de los derechos humanos de China
En las actuales condiciones, el gobierno de Trudeau tiene pocas ganas de regresar a aquel clima de convivencia que ayudó a establecer con Beijín hace cuatro años, según el reporte de prensa, añadiendo que Champagne criticó repetidamente a China por tener una «diplomacia asertiva y coercitiva».
Champagne también añadió que su primera prioridad es traer de vuelta a casa a Michael Kovrig y Michael Spavor, dos canadienses que fueron detenidos y acusados en China en junio de espionaje.
En las afueras de la Corte Suprema de Columbia Británica, en Vancouver, un hombre sostiene un letrero con las fotografías de los dos canadienses: Michael Kovrig y Michael Spavor, que se encuentran detenidos en China desde hace más de un año. (Foto:THE CANADIAN PRESS/Darryl Dyck)
Esas detenciones se produjeron después de que las autoridades canadienses detuvieron en el aeropuerto de Vancouver a Meng Wanzhou, ejecutiva de la empresa china Huawei, a quien el gobierno de Trump acusa de violar las sanciones estadounidenses contra Irán.
Estados Unidos pidió a Canadá ese arresto y la extradición de Meng Wanzhou, quien se encuentra en litigio en las cortes canadienses pidiendo su libertad.
Fuentes: Reuters / Canadian Press / RCI
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