Un proyecto de ley, que busca impedir que las personas puedan ser obligadas a someterse a las denominadas terapias de reconversión sexual, será vuelto a presentar en el Parlamento Canadiense.
La iniciativa había sido elevada en marzo último por el gobierno, pero su tratamiento quedó sin efecto debido al cierre del parlamento, como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
La ministra de la Diversidad, Bardish Chagger, se mostró a favor de volver a impulsar el tratamiento y eventual aprobación de la norma, al considerar que esos procedimientos médicos son destructivos, dañinos y mortales.
Homosexuales y lesbianas han sido las principales víctimas de tales terapias. Fot: iStock.
La iniciativa contaría con el apoyo no sólo de la bancada oficialista, sino también con la del Nuevo Partido Democrático (NDP, por su sigla in inglés), que según uno de sus miembros, el diputado Randall Garrison, estaría dispuesta a votar a favor de la norma.
También la representación del Bloque Quebequense se había pronunciado abierta a apoyar la ley, en la medida que queden a salvo las competencias de la provincia de Quebec en la materia.
Como el proyecto no fue tratado antes del receso parlamentario impuesto por el coronavirus, el mismo debió ser retirado y vuelto a presentar, para que sea incluido en la lista de propuestas que serán tratadas durante el actual período de sesiones.
Según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, la expresión «terapia de conversión» se utiliza como un “término general para describir las intervenciones de carácter amplio, …que tienen en común la creencia de que la orientación sexual o la identidad de género de una persona pueden y deben cambiarse”.
Bardish Chagger ministra federal de la Diversidad. THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick
Tales prácticas son aplicadas desde hace décadas para obligar a homosexuales, lesbianas o bisexuales a cambiar su comportamiento sexual y a modificar la concepción que tienen de su propio género.
“Según el contexto, el término se utiliza para una multitud de prácticas y métodos, algunos de los cuales son clandestinos y, por lo tanto, poco documentados”, agrega el Alto Comisionado.
Si bien el procedimiento ha sido presentado por su partidarios como una curación, se trata de intervenciones profundamente perjudiciales que se basan en la idea médicamente falsa de que las personas LGBT y de género diverso están enfermas.
Los métodos que se aplican en la supuesta cura, que involucran procedimientos tanto psicológicos como físicos, infringen dolor y sufrimiento intensos en el paciente, con daños duraderos.
Naciones Unidas se ha pronunciado en forma reiterada a favor de la prohibición de tales prácticas.
Fuentes: The Canadian Press / Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
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