En el marco del Festival del nuevo cine que se lleva a cabo en Montreal hasta fines de octubre, esta vez en condiciones extraordinarias a causa de la pandemia, el director de cine brasileño Felipe Bragança, presentó su película » Un animal amarelo” (Un animal amarillo), una producción de Duas Mariola Filmes.
Felipe Bragança nació en Río de Janeiro en 1980. Estudió en la Universidad Federal Fluminense. Más tarde fundó la productora de cine Duas Mariola Filmes. Comenzó su carrera como director en 2015, con un largometraje titulado «¡No te comas mi corazón!”, película que representó al cine brasileño en la Competencia Mundial de Cine del Festival de Sundance de 2017.
Esa primera película cuenta una historia de amor juvenil y se sitúa en el contexto de las disputas por la tierra en la frontera entre Brasil y Paraguay. Además de dirigir, Felipe Bragança también escribió el guion, inspirado en los cuentos del autor brasileño Joca Reiners Terron.
En enero de 2020, Bragança estrenó «Un animal amarillo”, su cuarto largometraje, el segundo como director en solitario. Esta es una película ambiciosa que desarrolla simultáneamente una reflexión sobre la colonialidad combinada con elementos mágico-religiosos, elementos políticos como la destitución para unos y golpe de estado blando para otros de Dilma Rousseff en 2016, además de situaciones como la tragedia de la ciudad de Beira, en Mozambique, que fue destruida en gran parte por las inundaciones causadas por el ciclón Idai en marzo de 2019.
La película, narrada por un personaje africano, cuenta el devenir de un niño al contacto con un fémur humano que su abuelo le deja como herencia, hasta hacerse traficante de piedras preciosas extraídas de la tierra africana para ser vendidas en Europa.
En conversación con RCI, Felipe Bragança explica las referencias de su cine a momentos de la historia de Brasil así como a hitos culturales, como el “Manifiesto Antropofágico” un documento publicado en 1928 por el poeta y polemista brasileño Oswald de Andrade, figura clave en el movimiento cultural del Modernismo brasileño y colaborador de la Revista de Antropofagia.
Oswald de Andrade (1890-1954), poeta y ensayista brasileño, autor del «Manifesto Antropófago». (Foto: Arquivo Nacional do Brasil)
En ese documento, de Andrade propone que la historia brasileña de «canibalizar» otras culturas es su mayor fortaleza, convirtiendo esta práctica en una forma para que Brasil se afirme contra la dominación cultural poscolonial europea.
La figura del caníbal en tierras americanas fue construida por el discurso colonial europeo como prueba de una supuesta superioridad cultural que justificaba prácticas como la esclavitud y la destrucción de las culturas locales.
En la película, una divinidad de inspiración africana, que devora a personajes de la historia, hace referencia al cuadro llamado «Abaporu», que en lengua tupí significa “hombre que come gente”. Se trata de un óleo sobre lienzo ejecutado en 1928 por la pintora modernista Tarsila do Amaral, como regalo de cumpleaños al escritor Oswald de Andrade, su marido en ese momento.
Un aspecto que Felipe Bragança destaca sobre su película es la necesidad de reflexionar sobre el lugar desde el que se hace cine, ya que “Animal amarillo” es también una puesta en escena del propio acto de filmar, una reflexión que busca escapar de las interpretaciones lineares del cine como posibilidad de evasión y propone la necesidad de descubrir la complejidad de la historia contemporánea brasileña.
«Abaporu» (1928), óleo sobre lienzo der la pintora modernista brasileña Tarsila do Amaral. (Foto: WikiCommons)
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