Cuando el juego deja de ser divertido. Foto: Istock.

Si apuesta de manera compulsiva, la Inteligencia Artificial puede ayudarle

La adicción al azar y a los juegos en general es uno de los problemas que enfrentan numerosos canadienses, en algunos casos con graves consecuencias incluso económicas.

Los jugadores compulsivos, aquellos que a pesar del daño que se producen no son capaces de ponerse un límite por sí solos, cuentan a partir de ahora con la ayuda de la inteligencia artificial.

Si las pérdidas se suceden y no logra poner límites, usted está en problemas. Foto: iStock.

Tecnología y prevención

Un grupo de investigadores canadiense se valió del llamado aprendizaje automático, para analizar los registros de más de 500.000 apuestas en la plataforma de juegos en línea PlayNow.Com, bajo supervisión de la Corporación de Lotería de Columbia Británica.

El estudio de esos datos permitió a los expertos trazar un perfil de los jugadores, la periodicidad de las apuestas, los montos invertidos, los juegos preferidos y, de esa manera, llegar a determinar los casos en los que se trata de un jugador compulsivo, es decir, aquel que no logra refrenar su impulso de jugar, aunque eso pueda llevarlo a la ruina o a enfrentar otro tipo de problemas.

La provincia de Columbia Británica cuenta con un programa denominado Autoexclusión Voluntaria (VSE, por sus siglas en inglés), por el cual los adherentes, personas que presentan problemas de adicción a los juegos, se comprometen a evitar los mismos durante un tiempo establecido.

La aplicación de la inteligencia artificial permitió detectar con gran precisión, mediante el uso de un algoritmo, los casos en los que un apostador intentó poner remedio a su adición sumándose a ese programa y, en caso de caer en la tentación, impedir que sea parte de un juego.

Las máquinas tragamonedas son un imán para muchas personas. Foto: iStock.

Cómo funciona

El VSE es un programa de adhesión voluntaria, en el que las personas pueden enrolarse cuando la actividad del juego está alterando sus vidas.  

La plataforma en la que se llevan a cabo las apuestas asumió ante la agencia de lotería provincial el compromiso de limitar la participación de los “jugadores adictos”. Si bien las apuestas se llevan a cabo de manera anónima, existe un registro de las personas que en el presente o en el pasado se enrolaron en el programa.

El algoritmo, diseñado por investigadores de la Universidad de Columbia Británica permite, mediante el análisis de los patrones de apuestas, determinar cuando un apostador está o ha estado inscripto en el VSE

Tomando en cuenta el conjunto de los casos estudiados, el modelo fue capaz de indicar, con una fiabilidad del 75 por ciento, qué patrones de apuestas se ajustaban al perfil de un jugador participante en el programa.

El estudio abarcó a 19.683 jugadores, de los cuales 2.157 eran miembros de la iniciativa de autoexclusión.

Con la pandemia, se expandieron los juegos en línea. Foto: iStock.

Montos apostados, la señal

Si bien el estudio llevado a cabo tomó en cuenta distintas variables, el elemento principal, a la hora de determinar cuándo un jugador estaba enfrentando problemas para respetar su decisión de autoexcluirse del juego, fue un patrón en la cantidad de dinero apostado.

El cruce de datos permitió establecer que las personas inscriptas en el VSE que no logran respetar su compromiso suelen apostar sumas muy dispares, con montos que oscilan ostensiblemente en cada participación.

Un jugador compulsivo, que ha perdido una suma importante en una sesión, es altamente probable que en la siguiente reduzca considerablemente el importe de su apuesta, como manera de intentar recuperar algo del dinero ido.

En tal sentido, la figura del jugador adicto que no puede separarse de la mesa de juego, de la máquina tragamonedas o de la pantalla de apuestas no es más que una caricatura.

El azar puede llenar nuestra billetera, pero también vaciarla. Foto: iStock.

En línea, más seguro

La pandemia de coronavirus extendió la aplicación de la actividad en línea a diversos ámbitos y el de los juegos y casinos no es una excepción.

La ventaja, según los autores del estudio, es que las apuestas que se realizan a través  de Internet permiten un determinado nivel de seguimiento, algo impensable en las que se hacen físicamente en un casino, donde no sólo la identidad de la persona es reservada, como ocurre también en el juego en línea, sino que no hay seguimiento alguno de su participación.

El algoritmo de la UBC se construyó utilizando sólo una fracción de los datos que estarían disponibles para los operadores de apuestas en línea. El proceso de aprendizaje automático irá enriqueciéndose con cada apuesta, lo que a su vez permitirá trazar un perfil más preciso del apostador.

El estudio contó con la participación del Centro para la Investigación Sobre Apuestas de la UBC, que se dedica a estudiar los aspectos clínicos, de comportamiento y cognitivos del juego.

Exclusión voluntaria

Las personas inscritas en el programa de exclusión voluntaria de apuestas deben registrarse en alguna de las tres opciones disponibles.

Ellas son:
  • Instalaciones de juego con máquinas tragamonedas. Esto incluye casinos, centros de juego comunitarios y pistas de carreras con máquinas tragamonedas.
  • Salas de bingo comerciales, centros de juego comunitarios y casinos que ofrecen bingo.
  • Apuestas en PlayNow.com.

El jugador que sea desalojado de alguna de las opciones no podrá registrarse en otra durante el tiempo que dure su exclusión.

Para conocer más sobre el tema, visite la página del VSE.

Fuente: Universidad de Columbia Británica / Corporación de Lotería de Columbia Británica.

 

 

 

 

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