Los servicios de salud para las personas transgénero han mejorado en los últimos tiempos en Canadá, sostiene una investigación reciente, que al mismo tiempo advierte sobre avances más lentos y los escollos en la eliminación de los preconceptos y la estigmatización.
La semana pasada nos referíamos a la inminente inauguración de un hogar de tránsito en Toronto para las personas con identidad sexual diferente.
El nuevo estudio viene a reforzar la noción de que los avances en el campo de salud y asistencia son visibles, aunque el camino que falta recorrer es aún extenso.

La aceptación es mayor, pero sigue habiendo discriminación. Foto: iStock.
Mejor acceso a cuidados médicos
La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Columbia Británica, estuvo centrada en los jóvenes identificados con transexuales y no binarios, su relación con los servicios de salud y las implicancias sociales de su condición.
Al respecto, los autores sostienen que los jóvenes consultados dijeron tener mejor acceso a la atención médica y contar con un médico de familia o enfermera practicante, que saben que su paciente pertenece al grupo trans o no binario.
El estudio abarcó a 1.519 jóvenes transgénero y no binarios, entre los 14 y 25 años de edad en todo el territorio canadiense.
Se trata de una continuación de un primer sondeo llevado a cabo en 2014 y la comparación entre los resultados de ambos permitió decir a sus responsables que la cuestión sanitaria ha mejorado, pero que queda mucho por hacer en cuanto a la protección y el combate de los estigmas y la discriminación.
Cabe recordar que hablamos de una persona transexual cuando esta se identifica y se asume con un género distinto al que nació. Por su parte, una persona no binaria es aquella que no se asume ni como hombre ni como mujer.

También es mayor el número de personas que viven a pleno según su identidad de opción. Foto: iStock.
Conclusiones principales
Entre los resultados que destacan de la investigación figura que el 50 por ciento de los jóvenes que participaron en la encuesta vive actualmente en su género de opción todo el tiempo.
A pesar de eso, la mayoría de quienes respondieron dijo que no tenía su género inscripto correctamente en sus papeles de identificación, como tarjetas de salud, registro de conducir y otros. Se entiende por género correcto aquel con el que la persona elige ser reconocida.
Otra de las conclusiones señala que, en los últimos 12 meses, casi la mitad de los jóvenes (43 por ciento) no recibió la atención de salud que necesitaba y casi tres cuartas partes (71 por ciento) no obtuvieron los servicios de salud mental adecuados.
En otro orden, el 44 por ciento de los jóvenes participantes en el estudio declaró haber tomado hormonas para afirmar su género.
El 63 por ciento de los jóvenes trans y no binarios reportó haber experimentado situaciones de angustia emocional grave; tal constatación fue menos frecuente en los casos de personas cuyas familias las apoyan, concurren a escuelas seguras y sus documentos personales incluyen el cambio del nombre legal.

La juventud es más propensa a expresar abiertamente su elección de género. Foto: iStock.
Violencia e ideas suicidas perduran
Otra de las conclusiones a las que arribó la investigación indica que más de uno de cada cuatro jóvenes (28 por ciento) informó haber sido forzado físicamente a tener relaciones sexuales cuando no quería hacerlo, lo que representaba un aumento significativo desde 2014, con 23 por ciento más de casos que en el sondeo precedente.
Además, los jóvenes que cuentan con respaldo familiar y asisten a escuelas que garantizan que serán respetados y protegidos, son menos propensos a reportar pensamientos suicidas.
Sin embargo, la constatación precedente no debe llevar a un optimismo exagerado, toda vez que casi dos tercios de los jóvenes trans o no binarios consultados, el 64 por ciento, dijeron que se habían autolesionado o considerado seriamente el suicidio durante el último año.

Las personas trans y no binarias de otros segmentos etarios no están reflejadas en el estudio. Foto: iStock.
Estigma y discriminación
El 70 por ciento de los encuestados reportó haber experimentado alguna forma de discriminación en su vida.
Los consultados expresaron que esa situación se debió a su orientación sexual en el 51 por ciento de los casos, su sexo en el 53 por ciento, su apariencia física en el 45 por ciento o su edad en el 36 por ciento.
Aproximadamente el 74 por ciento dijo que evita los baños públicos por miedo a padecer acoso, ser visto como trans o ser descubierto. Los jóvenes de todas las provincias y territorios informaron que los baños públicos eran el lugar más comúnmente evitado.
Los jóvenes pidieron a sus amigos trans, en el 92 de los casos, y a sus amigos no trans, en el 85 por ciento, que los llamen por su nombre o pronombres correctos.
Estos porcentajes aumentaron significativamente desde 2014, cuando la misma situación se presentó en el 86 por ciento y 78 por ciento de las respuestas, respectivamente.
La investigación dio como resultado un reporte titulado “Estar seguro, siendo yo”, (Being safe, being me) y fue producido por el Centro sobre Estigma y Resiliencia entre los Jóvenes Vulnerables, de la UBC.
El siguiente video se encuentra en inglés
Fuentes: Universidad de Columbia Británica / Centro sobre Estigma y Resiliencia entre los Jövenes Vulnerables.
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