El número de personas que concurren a los bancos de alimentos en la provincia de Ontario se incrementó durante la pandemia de coronavirus.
Así lo indica un nuevo informe, que parece corroborar los temores sobre los efectos negativos de la pandemia sobre las finanzas de los particulares.
Por vez primera
El documento, producido por la organización Feed Ontario, indica que las personas que recurrieron por primera vez a ese tipo de servicios aumentó 26,5 por ciento en la provincia entre marzo y junio del presente año, cuando se expandió la primera ola de contagios sobre su territorio.
La asistencia a los bancos de alimentos provinciales ya había comenzado a ser más numerosa antes de la llegada del Covid-19, dado que entre el 1 de abril de 2019 y el 31 de marzo de 2020, un total de 537.575 personas accedieron a ellos, lo que se traduce en un alza de 5,3 por ciento con respecto al año anterior, a la vez que las visitas totales fueron algo más de 3.282.500, un 7,3 por ciento superiores al año precedente.

Son más las personas en la provincia que no logran satisfacer sus necesidades alimentarias. Foto: iStock.
El dinero no alcanza
Entre los datos que la entidad destaca en su relevamiento, figura que una persona entre dos de las que recurren a la ayuda alimentaria teme ser desalojada de su vivienda o no ser capaz de pagar sus hipotecas en los próximos meses.
En una cifra que llama la atención, el 93 por ciento de los encuestados dijo haber pedido dinero prestado a familiares o amigos, solicitado un adelanto salarial o haber usado la tarjeta de crédito para pagar gastos del mes.
Cabe destacar que el 33 por ciento de los visitantes a los bancos de alimentos en el período analizado fueron menores de edad.
Al menos 1 de cada 8 habitantes de Ontario vive en una situación de inseguridad alimentaria según la organización.

Cajas de asistencia en un agosto último. THE CANADIAN PRESS/Lars Hagberg
Desfavorecidos…
Más del 65,7 por ciento de los usuarios de los bancos de comida son personas que reciben la asistencia social, con 32,6 por ciento que cobra el seguro de desempleo de la provincia y 33,2 por ciento que depende del beneficio por discapacidad como fuente principal de ingresos.
En los últimos 4 años, el número de adultos ontarienses que aún estando empleados recurrió a la ayuda alimentaria se incrementó alrededor del 44 por ciento.
Más del 86 por ciento de los solicitantes de la ayuda son personas que viven en inmuebles rentados o en viviendas sociales, subsidiadas por el Estado. En el caso de los inquilinos, el pago de la renta mensual insume la mayor parte de los ingresos, situación que en muchos casos obliga a las personas a reducir o relegar la compra de alimentos, incluso los considerados como básicos.
Las entidades que brindan socorro para la alimentación sostienen que al menos el 27 por ciento de sus beneficiarios viven en viviendas precarias, como refugios de emergencia o deambula por casas de familiares o amigos cuando llega el momento de pernoctar.

Los bancos de alimentos existen en todo Canadá. REUTERS/Chris Wattie
… y discriminados
Las comunidades racializadas resultan particularmente afectadas por la inseguridad alimentaria, con las mayores tasas registradas entre la población negra con 28,9 por ciento e indígenas con 28,2 por ciento, en comparación con hogares no pertenecientes a grupos étnicos minoritarios, que aparecen con 11.1 por ciento.
Las personas negras y los indígenas tienen 3 veces más posibilidades de tener que recurrir a la asistencia para poder alimentarse que otros grupos de la sociedad.
Gastos y más gastos
El costo de vida y la precarización laboral también constituyen una fuente de inestabilidad económica, que hace que algunas personas, aún con ingresos, deban recurrir al auxilio que brinda instituciones como los bancos de alimentos.
Entre los gastos más comunes que hacer que las personas salten una comida se encuentran el pago de la renta, de las utilidades y servicios públicos y del costo de teléfono e internet.

La politica de ajuste del gobierno provincial no ayuda a mejorar la situación. THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette
Pandemia y cambio
Desde el inicio de la pandemia, 81 por ciento de las instituciones que funcionan como bancos de alimentos ampliaron o incorporaron nuevos programas de ayuda, 56 por ciento provee comida o apoyo a una agencia o servicios nuevos, el 80 por ciento de las entidades implementó una canasta de alimentos, 77 por ciento incrementó la cantidad de productos, para reducir el número de visitas, 64 por ciento inició el reparto a domicilio, en líne con las prevenciones sanitarias por la pandemia y 21 por ciento con servicio al volante.
Entre los factores señalados por los autores del reporte, para mejorar la situación de las personas que recurren a los bancos de alimentos figuran:
- Proporcionar apoyo inmediato a los ingresos de los más afectados por el Covid-19.
- Restablecer la prestación de emergencia para los beneficiarios de la asistencia social mientras dure la pandemia.
- Proporcionar un alivio inmediato del alquiler a los inquilinos de bajos ingresos que se enfrenten a grandes atrasos en el pago del alquiler o posible desalojo por le Covid.
- Revisar los programas de asistencia social de Ontario para asegurar que los beneficiarios tengan los recursos y medios para salir de la pobreza.
- Invertir en una fuerza de trabajo fuerte, para asegurar que los ontarienses que trabajan puedan ganar ingresos suficientes para afrontar el costo de vida actual.
Fuentes: Feed Ontario / The Canadian Press.
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