El próximo sábado 19 de diciembre, se llevará a cabo el Segundo Foro Hispano sobre la Violencia Conyugal, producido por Catalisis Media y Unidos por nuestro país y difundido por Casa de las Américas.
Tal como lo reflejamos en una entrevista días pasados, la violencia conyugal es una realidad presente en todo Canadá, donde los actos de agresión ocurridos en el seno familiar ocurren periódicamente.

Violencia hogareña y pandemia, un cóctel explosivo. Foto: iStock.
Como algunos expertos lo vienen señalando, la pandemia de coronavirus ha agravado la situación.
El encierro o aislamiento social ha propiciado, de algún modo, que los casos de violencia doméstica no trasciendan las paredes del hogar en el que ocurren. Las víctimas se han visto alejadas de los vínculos con las personas de su entorno que, en otras circunstancias, podrían haber encendido las alarmas en torno a la situación.

Los menores también son víctimas de la violencia conyugal. Foto: iStock.
Al mismo tiempo, las restricciones resultantes de la pandemia, han “anclado” a la mayor parte de la población a sus moradas… Tal situación quiere decir que, al menos en algunos casos, la víctima y la persona que realiza la agresión permanecen bajo un mismo techo, lo que multiplica las ocasiones de violencia.
En razón de las circunstancias actuales, promover la seguridad de las mujeres en contra de la violencia conyugal exige una estrategia, medidas y herramientas nuevas que respondan al contexto actual de emergencia sanitaria.
En el caso específico de la provincia de Quebec, donde se organiza el encuentro, y en base a lo señalado por el Instituto Nacional de Salud Pública de la provincia, los efectos de la pandemia de Covid-19 sobre la violencia que afecta a las mujeres y a los menores siguen siendo poco conocidos.
- En abril, una mujer de cada 10 y un hombre sobre 20 dijeron temer la posibilidad de sufrir violencia conyugal.
- Entre mediados de marzo y principios de julio, varios servicios de ayuda a las víctimas declararon un alza del número de casos que debieron atender.
- Entre marzo y junio aumentó 12 por ciento la intervención policial por conflictos en domicilios privados.
Aunque se ha dicho en reiteradas ocasiones, cabe recordar que cuando se trata de violencia conyugal, así como ocurre con las agresiones sexuales, el número de denuncias que llegan a las autoridades y organismos es sólo una muestra mínima de la cifra real de casos. Una parte de las víctimas no quiere, no puede o no sabe cómo, dónde, cuándo y a quién recurrir para reclamar auxilio.
Además de exacerbar las desigualdades entre hombres y mujeres, lo que se convierte en un factor que propicia la violencia contra estas, las medidas de contención y de emergencia excepcional establecidas para hacer frente a la pandemia pueden ampliar la gama de circunstancias y factores que llevan a la agresión.
- Exacerbar un contexto existente de violencia conyugal (por ejemplo, la situación de teletrabajo proporciona al compañero abusivo medios adicionales de control sobre su pareja).
- Aumentar la exposición de los niños y los jóvenes a esta violencia, incluso mediante su retirada de los entornos de apoyo, como las guarderías y las escuelas,
- Hacen más difícil la separación para las víctimas.
- Amplificación ciertos factores asociados con la violencia conyugal, como el consumo de alcohol y drogas, la situación económica precaria, los problemas de salud mental y el debilitamiento de la red social.
El encuentro del sábado 19 de diciembre tiene como objetivo esclarecer a la comunidad inmigrante, especialmente a la de origen hispano, sobre los recursos, herramientas, organismos, instituciones y procedimientos disponibles para abordar la problemática de la violencia conyugal.
Ivette Chorro Fong, que será la animadora del encuentro, nos brinda más detalles en entrevista con Radio Canadá Internacional.
Sabido es que muchos de los nuevos canadienses de origen hispanoamericano llegan al país huyendo de situaciones que ya son conflictivas en sus propias naciones de origen. Ese factor, sumado al desconocimiento de la lengua y al propio funcionamiento de la sociedad de acogida se convierten muchas veces en una barrera insalvable, que puede hacer que las víctimas de violencia en el hogar no logren el auxilio necesario.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.