Un estadounidense que vive en Winnipeg y un profesor universitario que enseña historia de Estados Unidos dijeron el pasado jueves que los canadienses que creen que eventos como el asalto al Capitolio ocurrido el miércoles en Washington nunca podrían ocurrir en Canadá necesitan revisar la realidad en el país.
Ambos señalan que en Canadá también son visibles las mismas divisiones y la misma propagación de desinformación que se ve en los EE.UU.
Daniel Leonard, que creció en Pensilvania pero vive ahora en Winnipeg, dijo que el asalto del miércoles al Capitolio de EE.UU., protagonizado por los seguidores de Trump que se niegan a aceptar que su líder perdió las elecciones presidenciales, fue una conclusión obvia a cuatro años en los que se alimentó la desconfianza sobre las elecciones y sobre el gobierno en general.
«Creo que es una mezcla de decepción. Es exasperante, pero tampoco es sorprendente en absoluto», dijo Leonard.
El pasado miércoles por la tarde, miles de partidarios del presidente Donald Trump sobrepasaron las barricadas de protección e ingresaron por la fuerza al edificio del Capitolio en Washington, interrumpiendo la aprobación formal del Congreso de los Estados Unidos de la victoria del presidente electo Joe Biden en las elecciones generales del pasado 3 de noviembre

Azuzados por un presidente que se niega a reconocer su derrota en las urnas, los seguidores de Donald Trump tomaron por asalto el edificio del Congreso de los Estados Unidos el pasado miércoles 6 de enero. (Foto: CBC)
El violento alboroto se produjo horas después de un mitin cerca de la Casa Blanca, donde el polémico presidente Trump juró que “nunca aceptaría” que fue derrotado e instó a la masa que se había reunido a marchar al Capitolio, donde cientos de personas ya se habían congregado.
Cinco personas murieron en el asalto al edificio, incluyendo un policía, Brian D. Sicknick, que murió más tarde a causa de las heridas y una mujer, Ashli Babbitt, una ferviente seguidora de Trump y de teorías conspiracionistas y que viajó desde California a Washington para participar en la revuelta.
Leonard dijo que la certificación de los votos por los congresales suele ser una formalidad y no algo que él observa, pero dijo que sabía que algo estaba mal cuando empezó a recibir una serie de mensajes de texto.
Las imágenes de cientos de personas asaltando el Capitolio eran distópicas, dijo Leonard, añadiendo que es importante para los canadienses que observan los acontecimientos en los EE.UU. reconocer que la proliferación de información falsa y el alimentar el populismo son eventos que también están ocurriendo en Canadá.

Un seguidor de Trump disfrazado es interpelado por la policía durante la ocupación del Capitolio de los EE.UU. el 06 de enero de 2021 en Washington, DC. (Foto: Win McNamee/Getty Images)
«Hay la necesidad de reconocer que ese tipo de cosas también pueden suceder aquí, por lo que tenemos que ser conscientes de ello y asegurarnos de que nuestro diálogo y nuestros discursos se mantengan por encima de ese tipo de alarmismo populista», dijo Leonard en una entrevista el jueves con el difusor público canadiense CBC.
Paul Lawrie, profesor asociado en la Universidad de Winnipeg que estudia la historia de Estados Unidos, señaló que lo que sucedió el miércoles fue el asalto más grave del Capitolio de EE.UU. desde la Guerra de 1812, cuando las fuerzas británicas atacaron Washington e incendiaron la Casa Blanca y partes del Capitolio.
«Como historiadores, tratamos de evitar el uso de términos como «sin precedentes» o similares, pero en este caso realmente lo fue», dijo Lawrie.
Incluso durante la Guerra Civil estadounidense, las fuerzas confederadas fueron rechazadas por la Unión durante un intento de invasión. “Lo que hizo aún más notorio fue ver a los manifestantes, a los alborotadores vagando por los pasillos del Capitolio llevando banderas confederadas, en la sede misma del gobierno estadounidense», dijo Lawrie.

La quema de Washington, incluyendo el edificio del Capitolio, se produjo durante una ofensiva británica contra la ciudad de Washington, la capital de los Estados Unidos, durante la campaña de Chesapeake en la guerra de 1812 entre Gran Bretaña y Estados Unidos. (Fuente: WikiCommons)
Lo que sucedió el miércoles fue el resultado de profundos problemas arraigados en la desigualdad social, económica y racial en los EE.UU., a los que se añaden realidades conflictivas avivadas por la desinformación difundida en las redes sociales, dijo Lawrie.
«La violencia que vimos en el Capitolio fue nada menos que terrorismo doméstico, arraigado en falsedades y mentiras».
Paul Lawrie, profesor en la Universidad de Winnipeg.
Al igual que Leonard, Lawrie dijo que aquellos que piensan que algo así nunca podría suceder en Canadá necesitan darse cuenta de que las mismas divisiones y la prominencia de la desinformación también existen en este país.
«Lo que vimos ayer fue lo que ocurre cuando esas ideas delirantes chocan con la realidad», dijo Lawrie, añadiendo que no tiene ninguna duda de que las personas que asaltaron el Capitolio creen absolutamente que la elección presidencial fue fraudulenta.
«Ellos creen que hay una cábala de élites que están tratando de suprimir su libertad. Tenemos que tomarnos esto muy en serio», sostuvo Lawrie-
Como muchos canadienses, el ex-primer ministro de la provincia de Manitoba Gary Doer vio horrorizado el asalto ocurrido en Washington el miércoles, y se sorprendió por la falta de seguridad que rodea al Capitolio.

Un hombre lleva una bandera de batalla confederada dentro del Capitolio de EE.UU., cerca de la entrada del Senado después de romper las defensas de seguridad. (Foto: Mike Theiler/Reuters)
Doer fue el embajador de Canadá en EE.UU. de 2009 a 2016. Durante sus años en Washington, él visitaba el Capitolio casi a diario para reunirse con senadores o miembros del congreso, señalando que en ese entonces «la seguridad era bastante estricta», dijo.
«Me sorprendió ver que no había seguridad en el perímetro de ese edificio, particularmente tomando en cuenta que el presidente Trump había insinuado que quería confrontar al Capitolio y a los que toman las decisiones allí, mientras confirmaban la elección de la ciudadanía que escogió a Joe Biden para ser presidente de Estados Unidos».
Gary Doer, ex embajador de Canadá en Estados Unidos.
Doer también recordó el tiroteo ocurrido en la Colina del Parlamento en Ottawa en 2014, que resultó en la muerte de un reservista de 24 años que hacía la guardia en el Monumento de Guerra Nacional. El atacante fue muerto a tiros más tarde en el bloque central del Parlamento canadiense.
Tras ese ataque, cada asamblea legislativa en Canadá revisó sus medidas de seguridad, dijo Doer, añadiendo que seguramente las autoridades canadienses están revisando de nuevo las normas de seguridad tras los eventos en Washington.

El 22 de octubre de 2014 un hombre armado sembró el caos en el edificio del Parlamento canadiense. Antes de ingresar al edifico del Parlamento en Ottawa, el atacante Michael Zehaf-Bibeau asesinó al cabo Nathan Cirillo que hacía guardia en un monumento militar en la capital canadiense. Más tarde Zehaf-Bibeau fue abatido por la seguridad del Parlamento. (Foto: CBC)
Doer dijo que no encuentra ningún político canadiense que haya incitado a la población a amotinarse e interrumpir el proceso democrático con violencia.
«El presidente Trump claramente incitó a ello y espero que haya una investigación criminal sobre su papel en lo sucedido, aunque todos los que participaron en esas acciones son responsables criminal y éticamente ante el público estadounidense», dijo Doer.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, culpó al presidente de EE.UU. Donald Trump del violento asalto al edificio del Capitolio.
En su crítica más severa a los actos de la violencia, dos días después del evento, Trudeau dijo el viernes a la prensa que «lo que presenciamos fue un asalto a la democracia por parte de alborotadores violentos, incitados por el actual presidente y por otros políticos».
Otro embajador, esta vez el estadounidense Bruce Heyman, nombrado por el presidente Barack Obama para representar a su país en Canadá entre 2014 y 2017, también declaró que Donald Trump es “la persona más tóxica en Estados Unidos”.
Fuentes: CBC / S. Petz / Canadian Press / RCI
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