De acuerdo con estimaciones, este año se utilizarán más de 63 000 toneladas de equipos de un solo uso vinculados a la COVID-19. Foto: iStock

Comienza en Vancouver plan piloto para reciclar mascarillas de un solo uso

Con la idea de reducir el impacto ambiental de los equipos de protección personal (EPP) que tanto están siendo usados en estos momentos en el contexto de la pandemia, fue lanzado un programa piloto de reciclaje de mascarillas de un solo uso.

El programa lo está llevando a cabo la empresa Vitacore Industries Inc., en conjunto con la Universidad McMaster (Ontario) y la Universidad de Columbia Británica.

Este miércoles 3 de febrero se activó el plan piloto. En esta primera etapa, el programa se llevará a cabo en el área metropolitana de Vancouver, donde han sido instalados contenedores para reciclaje en los centros médicos y las emergencias.

De esta manera, los trabajadores de primera línea tendrán la oportunidad de reciclar sus mascarillas y respiradores CAN95. Los contenedores de reciclaje irán siendo instalados progresivamente en todo Canadá. 

Mikhail Moore, presidente de Vitacore, advirtió que “en el próximo año se utilizarán más de 63 000 toneladas de equipos de un solo uso vinculados a la COVID-19, que incrementarán la contaminación de nuestros océanos”.

Las mascarillas CAN95 son producidas por esta empresa canadiense, que busca ahora dar a los materiales un nuevo uso. Foto: Captura de pantalla / Vitacore

Lea también:

Para la construcción

Una vez recolectados, los equipos serán esterilizados por Vitacore y posteriormente enviados a la Universidad McMaster, donde serán transformados, para darle una segunda vida al polipropileno, el plástico utilizado en las mascarillas y respiradores, que será utilizado como material de construcción para reforzar el concreto o como revestimiento para edificios. El objetivo es reducir la cantidad de desechos que terminan en los vertederos.

Vitacore informó a través de un comunicado de prensa que las investigaciones continúan para determinar en qué otros sectores pueden ser utilizados los materiales que se obtengan de las mascarillas.

Vale destacar que esta empresa fue creada en Columbia Británica en plena pandemia. El objetivo fue dar el apoyo necesario a los profesionales del sector salud ante los retos que presenta la COVID-19. Fue la primera empresa canadiense que recibió luz verde de Salud Canadá -en agosto de 2020- para producir mascarillas equivalentes a la N95, la CAN95. 

Ravi Selvaganapathy, director del Centro de Excelencia en Equipos y Materiales de Protección (CEPEM) de McMaster, aseguró por su parte que la sostenibilidad medioambiental es uno de los pilares de la investigación en dicho centro. “Este proyecto ilustra los enfoques innovadores que está adoptando el centro, junto con socios como Vitacore, para promover el uso sostenible a largo plazo de EPP por parte del público y los trabajadores de la salud”.

Justo este mes, el CEPEM recibió 1,2 millones de dólares de parte del gobierno de Ontario para expandir su infraestructura de pruebas y asociaciones con empresas de todo el país. 

Según la organización de conservación marina OceansAsia, en 2020 unas 1560 millones de mascarillas faciales terminaron en los océanos, lo que supone una contaminación extra de más de 5000 toneladas adicionales de plástico. De acuerdo con el reporte, publicado a finales de diciembre, estos residuos tardarán hasta 450 años en descomponerse en pequeños microplásticos que impactarán negativamente en la vida silvestre marina y en sus ecosistemas.

RCI con información de Vitacora y OceansAsia

Categorías: Medioambiente y vida animal, Salud
Etiquetas: , , , , , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.