A Jasper se le hace agua la boca a la hora de probar el nuevo alimento. Foto: Sofía Bonilla.

Proteínas de insectos y algas como base para alimento de mascotas

La alimentación de las mascotas ha sido siempre una preocupación de los propietarios de las mismas, quienes buscan darles a sus compañeros del reino animal una nutrición adecuada, para asegurar su buen estado de salud.

Pero a la hora de elegir entre los alimentos comercializados, la disyuntiva se presenta entre cuál es el de mejor calidad, el más natural, el que contiene menos químicos, incluso el que puede prolongar la vida del animal.

Sofía Bonilla, microbióloga e investigadora que cursa un postdoctorado en la Universidad de Toronto, se planteó los mismos interrogantes y se abocó a encontrarles respuesta.

Incorporar alimentos a base de insectos tiene beneficios para la preservación del ecosistema. Foto: Sofía Bonilla.

Derroche y sostenibilidad

Poseedora de un perro Terranova a punto de cumplir un año de edad, Bonilla aunó su interés por brindarle alimentos sanos y nutritivos a Snuffie, su compañero de 4 patas, con su preocupación por la cantidad creciente de desperdicios que la industria de los alimentos arroja cada año a la basura.

Es así como inició una investigación donde el eje central está puesto en lograr un sistema alimentario sostenible, que ayude a reducir la cantidad de comida desechada y al mismo tiempo brindar a los animales la ingesta de los nutrientes y proteínas necesarios para crecer sanos.

Una investigación que llevaba a cabo con algas en Canadá le abrió las puertas para ganar una beca que la trasladó a Países Bajos, donde se topó con la posibilidad de utilizar insectos y algas en la producción de comida para animales.

Pero no se trata de andar corriendo con una red para cazar moscas y langostas y servirlas en un plato al animal, sino de ver cómo la enorme riqueza proteica que tienen los insectos y las algas puede ser incluida como base de la dieta de canes y felinos.

Unas ricas algas para el gatito. Foto: Sofía Bonilla.

Prescindir de la carne

De hecho, a partir de las proteínas extraídas de insectos y algas es que la experta llega a la conclusión de que es factible elaborar productos que pueden usarse como sustitutos perfectos de la carne y de ese modo reducir la enorme proporción que se destina de esta para dar de comer a las mascotas.

Aproximadamente el 25 por ciento de la carne que se consume en América del Norte está destinada a la alimentación animal.

Durante su investigación, nuestra entrevistada pudo constatar que el perfil de aminoácidos contenidos en las proteínas de los insectos era muy similar al de la carne.

A partir de ese punto, y al constatar que la elaboración de alimentos a base de insectos requiere muchos menos recursos que la industria alimentaria centrada en la carne y sus derivados, es que la investigadora decidió focalizar sus esfuerzo en lograr un producto que cumpliese con todos los requisitos nutricionales, sanitarios y económicos para hallar una alternativa sostenible en la dieta de los cuadrúpedos.

Sofía con su perro Snuffie, un Terranova de 11 meses. Foto: Sofía Bonilla.

Como alga para gato

En el caso específico de los gatos, la búsqueda está más centrada en el uso de las proteínas obtenidas a partir de las algas, ya que estas ofrecen la totalidad de los aminoácidos que necesita el organismo de los felinos y de las que los insectos sólo poseen el 95 por ciento.

Este dato constituye una novedad absoluta en el mercado de la comida para gatos y, de hecho, Bonilla y su equipo han logrado una patente provisoria para la comercialización de alimentos producidos a partir de algas procesadas.

Con las evidencias a la vista, la investigadora se decidió a lanzar su propio emprendimiento, en donde la nutrición de las mascotas y la preservación del medioambiente son el objetivo principal.

Hope se presenta como una solución cofiable y respetuosa del medioambiente. Foto: Sofía Bonilla.

Cambio de hábitos

Valiéndose de los recursos que le ofrece el Acelerador ICUBE de la UdeT, un lugar en el que los estudiantes pueden buscar las formas de aplicar en el mundo real sus innovaciones y el resultado de sus investigaciones, la joven científica desarrolló un nuevo alimento sostenible y libre de carne al que bautizó HOPE.

La idea ya ha recibido un impulso importante al lograr el Premio Adams a la Innovación Sustentable así como el apoyo de un fondo social de riesgo.

Bonilla se encuentra ahora trabajando sobre la validación de su producto y cree que el mismo ayudará a cambiar la cultura local en materia de alimentación para mascotas.

Ella confía en que sus antecedentes científicos le serán de utilidad a la hora de convencer al público de la conveniencia de volcarse a los alimentos elaborados a partir de proteínas de insectos y algas, como ya ocurre en otras partes del mundo, sumando tamibién un paso más en la meta de eliminar la crueldad hacia los animales, que forma parte de la industria actual.

Sofía Bonilla nos brinda más detalles en diálogo con Radio Canadá Internacional.

Categorías: Medioambiente y vida animal
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