Adriana Díaz Lozano Patino es una estudiante de origen mexicano que se encuentra cursando la carrera de Ingeniería en Canadá.
Desde pequeña se sintió atraída por la idea de convertirse en una científica, que pudiese aportar soluciones innovadoras a cuestiones que afectan a distintos grupos poblacionales, sobre todo a los que cuentan con menos recursos.
Su atención está puesta desde hace tiempo en encontrar métodos accesibles y prácticos para el tratamiento del agua y la energía.

La futura ingeniera busca soluciones para las poblaciones en la periferia del desarrollo. Foto: Pablo Cotera
En su país natal, cerca de 11 millones habitantes en las periferias de las grandes urbes carecen de acceso a agua potable, servicios sanitarios y energía, lo que agrava la situación de esas personas y las deja relegadas respecto a los avances, herramientas y recursos de los que disponen sus vecinos ubicados a tan sólo unos kilómetros de distancia.
Adriana encontró en el Laboratorio de Investigaciones sobre Agua y Energía de la Universidad de Toronto el espacio ideal para volcar sus inquietudes y vocación, ya que el mismo tiene por filosofía llevar a cabo estudios en el ámbito de la ingeniería, pero tomando en cuenta la cultura, idiosincrasia y circunstancias de las comunidades en las que esas iniciativas serán volcadas.
Una de las investigaciones en la que participa la estudiante se basa en el aprovechamiento de la energía solar para procesos de purificación del agua.

La ósmosis inversa filtra el agua, eliminando partículas y salinidad. Foto: iStock.
Por medio del procedimiento conocido como ósmosis inversa, se hace pasar el agua a gran presión a través de una serie de membranas, que van eliminando la salinidad del líquido. Para que el mecanismo funcione, hace falta energía de la que muchas veces no se dispone en una determinada comunidad. Mediante el uso de paneles solares se consigue crear lo que se llama un sistema robusto de energía, al tiempo que se utilizan los rayos UV para aniquilar los microorganismos que no hayan sido eliminados en la filtración.
La joven señala que ese es el principio que guía su actividad como estudiante y reafirma su compromiso para que el mismo se ubique en el centro de su actividad, una vez que inicie su carrera profesional.
Lozano Patiño rechaza la visión academicista de la ingeniería que define iniciativas desde los gabinetes de expertos. Ella sostiene que es necesario conocer a las comunidades, dialogar con ellas, involucrarse en los trabajos de concepción. No alcanza con decir “no funcionó” cuando un proyecto no logra el objetivo deseado.
Mediante el análisis de la copiosa información que producen distintas organizaciones y entidades mexicanas, la estudiante llegó a la conclusión de que, en muchas ocasiones, la carencia de servicios básicos, como agua corriente o sistemas de salud seguro, por citar dos ejemplos, afectan a las poblaciones cuyos ingresos provienen de la economía informal.

Agua potable, un recurso escaso para muchas personas. REUTERS/Henry Romero
Pero además de aunar su pasión por la ingeniería con sus deseos de tender una mano a las poblaciones carenciadas de su país y de otras partes del mundo, Adriana es una firme defensora y promotora de la participación de la mujer en el mundo de actividades que tradicionalmente se asocian sólo con los hombres.
En ese sentido, Lozano Patiño engrosa el número aún reducido de becarios, estudiantes e investigadores que buscan correr los límites en carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Ella busca alentar a otras mujeres jóvenes, interesadas en esas áreas, a que no duden en enrolarse en carreras que puedan dar rienda suelta a su vocación, creatividad y talento.

El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer en las Ciencias. Foto: ONU.
En la UdT participa en un grupo bautizado como Hi Skule, que lleva a cabo actividades de difusión entre estudiantes de secundaria y preparatoria para introducirlos en el mundo de la ingeniería. Si bien no está enfocado sólo en atraer mujeres, la mayor parte de los integrantes del equipo está compuesta por mujeres, lo que puede servir de inspiración para las más jóvenes.
Por último, la joven rescata la enorme variedad de culturas, género, lenguas, e ideas que encontró en la universidad en Toronto y asegura que tener esa diversidad otorga una fortaleza diferente, en términos de pensar de manera más amplia sobre los problemas.
Adriana Díaz Lozano Patiño nos brinda más detalles, en diálogo con Radio Canadá Internacional.
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