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Yan-Maverick Quitich

«Estoy orgulloso de ser un atikamekw de Manawan, un pequeño líder que se expresa con atención, pese a la pérdida de su lengua materna”. Estas palabras, llenas de significado, no tenían ningún sentido para el indígena Yan-Maverick Quitich cuando fue víctima de racismo hace dos años. Justo en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, cuenta él.

El 29 de septiembre de 2020, la Asamblea de Primeras Naciones de Quebec-Labrador (APNQL) presentó su plan de lucha contra el racismo y la discriminación contra los indígenas. Veinticuatro horas antes, la indígena atikamekw Joyce Echaquan había muerto en circunstancias trágicas en el hospital de Joliette, una pequeña ciudad en la provincia canadiense de Quebec.

Las últimas palabras que ella escuchó de parte del personal del hospital fueron degradantes y racistas. La presentación del plan de lucha contra el racismo y la discriminación contra los indígenas no era consecuencia de esa muerte. Estaba previsto desde hace tiempo para recordar que, tras 400 años de convivencia, era hora de «vivir mejor juntos».

Cada año, esa es la propuesta del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Y eso es lo que también quiere Yan-Maverick Quitich, de 16 años.

Yan-Maverick nació en una comunidad indígena y creció en el seno de una familia y una comunidad solidarias. Durante su infancia, su familia se trasladó a la pequeña localidad de La Tuque, en la región de Mauricie. Casi el 25 por ciento de los residentes de esa ciudad de unos 11.000 habitantes son indígenas. La integración fue fácil. En la clase, los niños indígenas y los que no lo eran hacían amistad sin mayor problema.

«Esos fueron mis mejores años en la escuela primaria», recuerda Yan-Maverick. «Tuve muchos amigos blancos. «

La palabra K

A Yan-Maverick le encanta el hockey. En su adolescencia practicaba este deporte de manera recreativa en la división Bantam B. Los jugadores tenían entre 13 y 14 años. Durante un partido contra un equipo de la pequeña ciudad de Trois-Rivières, a unos 160 km de su casa, conoció de manera brutal lo que significa el racismo.

Primero fue insultado por un entrenador de hockey del equipo contrario. «¡Tu maldito kawish no deja tranquilo a mi jugador!» A estas ofensas se sumaron más tarde las lanzadas por los padres de familia y los jóvenes.

La palabra kawish había sido usada para ofender. Su origen no es claro, pero es una palabra particularmente ofensiva. Equivale a que te llamen salvaje.

«No me lo esperaba», comentó Yan-Maverick, que nunca se había imaginado recibir semejante insulto.  Su mundo se derrumbó de repente, al igual que sus certezas.  En los días y semanas siguientes él se sintió triste y desmotivado. «Empecé a no querer jugar más al hockey, a negar mi identidad indígena”.

Pasar un tiempo en el bosque junto a su madre fue beneficioso. Pudo conversar con ella y renovar su espíritu. «Me construí un escudo interior gracias a mi madre. «

Así aprendió a defenderse: «Si me siento atacado, me defiendo con las palabras adecuadas y no con los puños.

Las palabras adecuadas

«En alguna parte de nuestra historia, nosotros los pieles rojas, nosotros los kawish. Atikamekw es mi nombre de nacimiento, más allá de los bosques que nos rodean. «

Este fragmento de un texto de poesía slam escrito por Yan-Maverick, fue presentado el pasado diciembre durante un espectáculo de beneficencia organizado en homenaje a Joyce Echaquan.

«Mi texto cuenta la historia de lo que hemos vivido desde el primer día en que llegaron los hombres blancos», explica el joven indígena. «Al principio todos vivíamos en armonía, todos éramos amigos; no sé qué ha cambiado, [pero] es así como llegó el racismo. «

Yan-Maverick escribió el texto “La identidad” el verano pasado, durante una semana musical organizada por el Centro Indígena de la Amistad en la región de Lanaudière, provincia de Quebec.

Ese mismo verano, él participó en una manifestación de apoyo al movimiento de protesta de los afrocanadienses Black Lives Matter. También tomó parte en el homenaje con velas encendidas dedicado a la indígena Joyce Echaquan en octubre de 2020. Estuvo en estas actividades «para apoyar a mis hermanas y hermanos indígenas», dijo.

Yan-Maverick aceptó presentar su texto ante miles de personas con la esperanza de hacer avanzar la causa de las Primeras Naciones y demostrar que un indígena puede dar testimonio de lo que siente en su interior.

Esa experiencia se ha repetido desde entonces. «Algunas personas me han invitado a participar en otros espectáculos. Les leí mi texto y todos se emocionaron. «

«En vuestro nombre daré testimonio, voy a contar todo con detalle para que se haga justicia», decía Yan-Maverick en su texto de poesía slam.

Yan-Maverick ha tomado el camino de la escritura. Actualmente está trabajando en su texto “La identidad, segunda parte”. “Estoy escribiendo sobre cómo contrarrestar el racismo», explica. «Sobre cómo no se lo debe dejar pasar, sobre la necesidad de hablar siempre con personas de confianza o cómo enfrentarlo, pero con las palabras adecuadas. «

El origen de la palabra «kawish”

Nadie sabe exactamente cómo surgió esta palabra. Este término es utilizado por los quebequenses particularmente contra las Primeras Naciones de las regiones de Mauricie y Saguenay en esta provincia.

Durante un debate en la Cámara de los diputados en Ottawa el 26 de noviembre de 2018, a propósito del proyecto de ley S-215 que buscaba modificar el Código Penal en materia de sentencias por delitos violentos contra las mujeres indígenas, el diputado liberal de la provincia de Manitoba, Robert Falcon-Ouellette, planteó esta hipótesis.

Él contó que «un anciano de Quebec me explicó el origen del término despectivo kawish, que a veces se utiliza en Quebec para referirse a los indígenas. De hecho, la raíz de la palabra es awas, que significa ‘lejos’ en lengua cree. Según el anciano, el término significa ‘alejar, rechazar a alguien’, y tiene su origen en las insinuaciones sexuales que los hombres no blancos suelen hacer a las mujeres indígenas.

Otros indígenas creen que el término fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial. Se cree que es una fusión de las palabras Canadian (canadiense) y Jewish (judío), para reflejar el trato que recibían los indígenas canadienses en aquella época.

Un texto de Anne-Marie Yvon

Volver al expediente «Racismo en Canadá», de Radio Canadá Internacional 

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