Con la vista puesta en el espacio. Foto: Dragonfly Telephoto Array project.

Telescopio canadiense investigará la materia oscura en el espacio

La investigación del espacio exterior y la búsqueda para develar algunos de los misterios que el mismo encierra, forman parte de los objetivos científicos canadienses.

Un equipo de expertos en astronomía y astrofísica está abocado a la actualización de un telescopio concebido en el país, para sumarlo a la exploración de la llamada materia oscura.

Libélula con visión poderosa

El telescopio bautizado como Dragonfly Telephoto Array, concebido por el astrónomo y astrofísico Roberto Abraham, está a punto de ser sometido a un programa de actualización y modernización, con el objetivo de convertirlo en una de las herramientas principales en el estudio de los fenómenos astronómicos.

Denominado habitualmente como Dragonfly, que en inglés significa libélula, el dispositivo está equipado con un total de 48 lentes de aumento, apilados en dos filas de 24 cristales que apuntan hacia un mismo objetivo en el espacio, lo que le da una gran potencia de observación y lo convierte en una herramienta efectiva para la captura de imágenes estelares en entornos con baja iluminación.

El telescopio llegará a tener 168 lentes. Foto: Dragonfly Telephoto Array project.

El profesor Abraham, que concibió al telescopio, se ha valido del mismo para llevar a cabo numerosos hallazgos, incluyendo la identificación de una clase de objetos, a los que junto a sus colaboradores denominó Galaxias Ultra Difusas (GUD), que tienen un tamaño comparable al de la Vía Láctea, pero con cientos o miles de estrellas menos que esta.

Esas GUD son consideradas por los científicos como laboratorios perfectos para el estudio de la materia oscura.

Con sus 48 lentes, el dispositivo funciona como el equivalente a un refractor de 1 metro de diámetro, con una apertura de 0,4 metro, que lo convierte en el telescopio de lentes más grande y el más sensible que existe.

Entre otros recursos, el Dragonfly se vale de la Inteligencia Artificial (IA) para optimizar las operaciones nocturnas y el diseño de los sondeos, el procesamiento de datos básicos, la aplicación de protocolos operativos del llamado Internet de las Cosas, para comunicarse con los 48 cristales, y el análisis de datos totalmente automatizado basado en la nube.

La configuración actual del telescopio se logró a partir de versiones más pequeñas de tres, ocho y diez lentes.

Ahora, mediante el aporte de cerca de 2 millones de dólares a partir del programa Fundación Canadiense para la Innovación, impulsado por el gobierno federal, los responsables comprarán 120 lentes adicionales, cámaras de carga acoplada -que funcionan con una serie de condensadores-, filtros y otros materiales, para ampliar la potencia del telescopio con un total de 168 cristales.

La actualización permitirá al Dragonfly ser capaz de observar gases de hidrógeno y helio altamente difusos y que son invisibles con los equipos convencionales. 

Esos gases se encuentran alrededor de las galaxias y están asociados con la materia oscura.

La idea es observar materia esquiva para los procedimientos y equipos convencionales. Foto: Dragonfly Telephoto Array project.

Aunque no la veamos, siempre está

La materia oscura está compuesta por partículas que no absorben, reflejan o emiten luz, por lo que no puede ser observada mediante procedimientos convencionales.

Se trata de un material que no puede ser visto directamente, pero su existencia se ha “verificado” por medio del estudio de los efectos que el mismo provoca en los objetos celestes que sí pueden ser vistos.

La comprensión de la composición, estructura y comportamiento de la materia oscura juega un rol importante en la tarea de entender los procesos que rigen la vida de las galaxias.

El Dragonfly será el telescopio de lentes más poderoso del mundo. Foto: Dragonfly Telephoto Array Proyect.

Innovación y futuro

La actualización del Dragonfly es uno de los cuatro proyectos de la Universidad de Toronto que reciben fondos de la Fundación Canadiense para la Innovación.  Los otros tres son llevados a cabo por las facultades de Ciencias Aplicadas e Ingeniería, de Medicina y el Centro para Investigación Celular y Biomolecular.

El programa federal, anunciado recientemente, contempla la asignación de 518 millones de dólares para financiar proyectos de infraestructura para la investigación.

El dinero será destinado a 102 iniciativas en 35 instituciones postsecundarias y hospitales de investigación en todo el país.

El profesor Abraham, de barba, con algunos de sus colaboradores. Foto: Dragonfly Telephoto Array project.

Algunos de los proyectos involucran el desarrollo de sensores oceánicos para hacer un seguimiento del cambio climático, el estudio de medicamentos para futuras madres y sus niños, acelerar la producción de vacunas canadienses, el diseño de ciudades inteligentes y la creación de un archivo digital para apoyar la reconciliación con los pueblos indígenas, entre otros.

Roberto Abraham, creador del Dragonfly, se desempeña en la cátedra del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la UdT. De origen filipino, realizó sus primeros estudios superiores en la Universidad de Columbia Británica y es miembro de la Royal Society of Canada, que reúne a los más distinguidos investigadores, humanistas, científicos y artistas del país.

Fuetes: Unversidad de Toronto / The Dragogly telephoto Array / Fundación Canadiense para la Innovación / NASA.

Categorías: Internet, ciencias y tecnologías
Etiquetas: , , , , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.