Los movimientos que realizamos definen toda nuestra existencia porque a través de ellos nos alimentamos, nos alojamos, respiramos y convivimos…
Con su más reciente película, Habiter le mouvement, la cineasta Béatriz Mediavilla nos propone una exploración de los movimientos y de la danza que somos todos.
Es una incursión en el cuerpo, en el tiempo y en el espacio.
«Habiter le mouvement» sigue al coreógrafo Thierry Thieû Niang en su más reciente gira educativa en la provincia canadiense de Quebec.
Hablamos con la cineasta de origen español para quien el movimiento es un elemento de unión entre los seres humanos.
Más allá de las fronteras, los orígenes y los malos entendidos, la vida es una gran coreografía humana.
El viaje cinematográfico, poético y lúdico que propone Béatriz Mediavilla escenifica los gestos cotidianos.
Esta película de danza se estructura en torno a diez capítulos, que adentran al público en momentos íntimos que ilustran la danza y el movimiento.
Vea el avance de la cinta Habiter le mouvement.
Artista interdisciplinaria, Béatriz Mediavilla tiene una licenciatura y una maestría en estudios cinematográficos.
Se define como tanto española como quebequense. Y para ella, esta dualidad de identidad se refleja inevitablemente en su enfoque creativo y sus preocupaciones estéticas.
Vive en la ciudad de Rouyn-Noranda, en el noroeste de Quebec donde es profesora de cine a nivel universitario.
Antes de Habiter le mouvement, dirigió la obra colectiva Ce qu’il en reste : dialogue artistique sur la mort (Lo que queda: un diálogo artístico sobre la muerte) y Danse avec elles (Baile con ellas) su primer documental.
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