Los requisitos impuestos al proceso de contratación y concesión de permisos laborales de trabajadores agrícolas extranjeros, en el marco de la pandemia de coronavirus, deja a numerosas empresas sin la mano de obra necesaria.
Así lo sostiene la Unión de Productores Agrícolas de Quebec (UPA), que denunció las complicaciones y demoras que existen para que los operarios puedan integrarse a las tareas.
Según la entidad, los propios trabajadores deben llevar a cabo las pruebas de detección del coronavirus, para descartar cualquier posibilidad de que se encuentren infectados.
La pandemia ha demorado el proceso de contratación. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
La UPA denuncia que el proceso es muy engorroso y que en algunos casos los resultados de las pruebas demoran varias semanas en estar listos.
Los hisopados deben ser realizados por los empleados, que luego deben mantener una entrevista con una enfermera por medio del sistema de videoconferencia, pero según la organización, la información y los contactos se encuentran disponibles mayormente sólo en inglés, lengua que en muchos casos es desconocida por los propios interesados.
Los productores sostienen que las tardanzas no hacen más que agravar su ya compleja situación económica, debido a que la temporada para la actividad agrícola se encuentra en marcha y no cuentan con el personal necesario para llevar a cabo las diversas tareas.
Todo el proceso de verificación sanitaria se lleva a cabo a través de una empresa designada por el gobierno federal, que es la única habilitada para supervisar los análisis de detección en el caso de la mano de obra extranjera.
Con frecuencia, el tiempo necesario para que los operarios puedan contar con los resultados y recibir la autorización para integrarse a sus puestos rondan los 20 días.
Sólo una parte reducida de los trabajadores ha podido integrarse a sus tareas. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
Los establecimientos agropecuarios sostienen que el proceso podría agilizarse si se les permitiera a los trabajadores realizar los estudios en los diversos centros de salud a los que accede el resto de la población.
Hasta el momento, entre 500 y 600 trabajadores agrícolas extranjeros llegaron a Quebec, una cifra que empalidece si se la compara con las no menos de 14.000 personas que serán necesarias para cumplir tareas en la producción de frutas y legumbres.
Los integrantes de la UPA temen que si el sistema ha demostrado deficiencias con el número reducido de personas que se han sometido a las pruebas de Covid hasta el momento, la temporada alta de la producción podría significar el colapso del proceso y agravar la crisis económica que ya vive el sector.
Los representantes de los productores propusieron diversas opciones para buscar una salida a la situación, como ampliar el número de lugares para llevar a cabo las pruebas médicas o, incluso, permitir la contratación de enfermeras para que supervisen la tarea en los propios establecimientos.
Fuente: The Canadian Press / Unión de Productores Agropecuarios de Quebec.
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