La Biosphère de Montreal, pabellón de Estados Unidos durante la Expo '67, es uno de los más reconocidos edificios de la metrópolis quebequense. Este 12 de abril se anunció su integración a un proyecto museístico al Biodôme, al Insectarium, al Jardín Botánico y al Planetario de Montreal. (CP PHOTO/Jacques Boissinot)

Nuevo comienzo para uno de los iconos de Montreal, la Biosphère

La Biosphère de Montréal, uno de los símbolos más reconocidos de la Expo Universal de 1967 en esa ciudad y atractivo turístico como pocos, será integrada complejo museístico Espace pour la vie para continuar su misión de educación popular medioambiental. 

Al integrar las operaciones de la Biosphère con las de Espace pour la vie, la ciudad de Montreal pretende ampliar el alcance de su plan de transición ecológica, una prioridad de la administración, indicó la alcaldesa de Montreal.

La Biosphère se ha convertido en un poderoso símbolo de Montreal desde la Expo ’67 y nunca ha dejado indiferente a nadie. Este museo medioambiental se distingue por su misión de educar y concienciar sobre temas medioambientales.

La continuación de sus actividades en el seno de la familia Espace pour la vie fue algo natural. Esta inversión refleja también nuestra voluntad de situar a Montreal como líder en la protección de la biodiversidad y de aumentar el alcance de su plan de transición ecológica. Garantizará un futuro prometedor para un espacio de descubrimiento único.Valérie Plante, alcaldesa de Montreal

Los tres colaboradores, los gobiernos de Canadá y Quebec y la ciudad de Montreal, tienen previsto invertir una cantidad igual de 15 millones de dólares en los próximos cinco años.

Con el apoyo financiero, el complejo museístico Espace pour la vie, que ya incluye el Biodôme, el Insectarium, el Jardín Botánico y el Planetario, se encargará de llevar a cabo la misión de la Biosphère.

Esta colaboración es la continuación del trabajo del Comité sobre el Futuro de la Biosfera, que se puso en marcha en la primavera de 2019.

Ahora, los gobiernos de Canadá y Quebec y la ciudad de Montreal pondrán en común sus recursos para garantizar un futuro prometedor al único museo medioambiental de Norteamérica.

Esta ayuda permitirá apoyar la educación y la concienciación en materia de medio ambiente y compartir la información científica con el público, con el fin de garantizar el compromiso de las generaciones futuras en la lucha por la conservación de nuestro patrimonio natural.

La Biosphère podrá reanudar sus actividades una vez que se haya completado la integración de las operaciones dentro de la ciudad de Montreal y cuando las circunstancias relacionadas con la pandemia de COVID-19 permitan el regreso seguro del personal y los visitantes.

Tarjeta postal de la Expo ’67 de Montreal en la que se ve el pabellón de Estados Unidos, la Biósfera. (Foto: Archives de la Ville de Montréal)

Historia de la Biosphère 

Fue diseñada por el arquitecto e ingeniero Richard Buckminster Fuller, inventor de la cúpula geodésica para ser el pabellón de Estados Unidos, uno de los más populares de la Expo ’67 durante la cual recibió más de 9 millones de visitantes en seis meses.

Fuller creía que las ciudades del futuro podrían existir bajo este tipo de cúpulas en el Ártico, o incluso en la Luna.

La estructura de tubos metálicos está recubierta de acrílico. Durante el día, los rayos del sol cambian el color del pabellón y por la noche, todo iluminado, adquiere una nueva dimensión.

La Biósfera iluminada desde el interior por la noche durante la Expo ’67 de Montreal.
(Foto: Archives de la Ville de Montréal)

La estructura

Tiene la altura de un edificio de 20 plantas pero cabe mencionar que la propuesta original de Fuller era casi el doble.

El pabellón es una esfera de la que se pueden ver tres cuartas partes, mientras que las cúpulas geodésicas erigidas antes de 1967 solían ser medias esferas.

La estructura es una celosía metálica tridimensional, de algo más de un metro de grosor en la base y que se va estrechando hacia la parte superior; una envoltura transparente de paneles acrílicos tintados aísla el interior.

Para evitar que la temperatura ambiente fuera demasiado alta, Buckminster Fuller ideó un sistema de paneles triangulares móviles que se desplazaban por la superficie interior de la cúpula según el movimiento del sol.

La Biosphère vista desde dentro durante un evento especial de la Expo ’67. (Foto: Archives de la Ville de Montréal)

Brillante sobre el papel, pero probablemente demasiado avanzada para su época, esta innovación, por desgracia, nunca funcionó satisfactoriamente. Por otro lado, numerosas «válvulas» en el centro de las cúpulas acrílicas permitían al edificio «respirar».

Además de su forma innovadora, el pabellón americano tenía otra gran ventaja para atraer a los visitantes: era el único pabellón por el que pasaba el minirraíl, el sistema de transporte que rodeaba el recinto de la exposición en la isla Sainte-Hélène.


RCI con informaciones de la Ville de Montréal y del gobierno de Canadá.
Categorías: Medioambiente y vida animal, Política
Etiquetas: , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.