La pandemia de coronavirus tomó por sorpresa al conjunto de la humanidad, aún a los especialistas que desde hace años se vienen dedicando a estudiar el tema e incluso a quienes desde hace tiempo denunciaban la posibilidad de una enfermedad planetaria.
La respuesta a tal situación no ha sido pareja en el contexto internacional. Cada nación ha fijado estrategias y dispuesto de recursos en forma y grado diversos, con resultados también variados.

Los casos podrían ser más graves y requerir más cuidados. THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes
A pesar de la lentitud que ha caracterizado a la campaña de vacunación en Canadá, la respuesta del país ante la pandemia no ha sido mala, sostiene Santiago Pérez, médico especialista en enfermedades infecciosas y docente en la Universidad de Queens, en Ontario.
De todos modos, el especialista reconoce que algunas de las decisiones se tomaron de manera muy lenta y que hubo exceso de confianza, sobre todo al inicio de los contagios en otras partes del mundo, cuando el público y las autoridades parecían no estar convencidos de que el coronavirus fuese a llegar al propio territorio.
No es el caso de las provincias en la región del Atlántico canadiense, donde las medidas estrictas, tales como la prohibición de circulación fuera de la región, sumadas al número reducido de pacientes, mantuvieron las cifras de contagios entre las más bajas en el país.
Pérez muestra su inquietud por la llamada tercera ola de contagios. En su opinión, es de esperar que la curva de transmisiones crezca rápidamente.

Uno de los desafíos durante la nueva ola de contagios es evitar la saturación del sistema de salud. THE CANADIAN PRESS/Frank Gunn
Sostiene que la gravedad del caso no está dada sólo en el número de personas contagiadas, sino en el efecto de inercia que marca la tendencia de infectados, que hará que todas las medidas que se adopten demoren varias semanas en mostrar su eficacia.
Otra de las complicaciones que implica la nueva serie de contagios, dice, es que mucha más gente presenta cuadros de salud que ameritan la internación, y una proporción mayor deberá ser colocada en cuidados intensivos, aumentando el riesgo de saturación del sistema sanitario en los lugares donde no se cuente con los recursos suficientes.
En cuanto al número creciente de jóvenes enfermos, Pérez no se sorprende, ya que otras franjas etarias ya han sido vacunadas y por ende están mejor protegidas contra el Covid-19. Lo que cambia, en todo caso, es que antes los jóvenes eran mayormente asintomáticos y ahora no.
El dato positivo es que la tasa de mortalidad en esta nueva ola de contagios parece haber bajado.

Algunas personas parecen no entender la gravedad de la situación. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
El especialista también se muestra partidario de espaciar las dos dosis de la vacuna, privilegiando el criterio de inocular en una primera etapa a la mayor cantidad de gente posible. De esa forma se brindará protección a una porción más extensa de la población, tomando en cuenta la alta efectividad que presenta la mayoría de las vacunas que se encuentran actualmente en circulación.
Pérez sí critica el hecho de que Canadá, que ocupa un espacio privilegiado en el mundo de la investigación científica, no cuente con una vacuna propia.
La enorme cantidad de recursos materiales y humanos que se han debido destinar a combatir la pandemia han llevado a descuidar otras áreas de la salud, postergando la atención incluso de pacientes con otras dolencias graves. Eso podría tener como resultado un incremento de la tasa de mortalidad debida no ya al covid, sino a esas otras enfermedades.
El investigador y docente postula que es necesario un cambio profundo en la manera de abordar la preparación para situaciones de emergencia como la actual y, de ese modo, poder contrarrestar sus efectos.
El científico reconoce que como padre, consumidor, trabajador no había previsto hasta qué punto su vida y la de su familia serían alteradas y reconoce que esa es una falencia que deberá corregir.

La vacunación es nuestro mejor aliado contra la pandemia, asegura el doctor Santiago Pérez. THE CANADIAN PRESS/Paul Chiasson
Por último, Pérez está convencido de que la vacuna es el mejor recurso que tenemos actualmente contra el coronavirus e invita a todas las personas a rechazar las informaciones falsas y tendenciosas que se oponen a la inoculación.
El doctor Santiago Pérez es médico infectólogo y doctorado en VIH-inmunología por el Instituto Pasteur de París, Francia. Trabajó como clínico-investigador en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán» en México. Actualmente es profesor asistente en la facultad de Medicina en la Universidad de Queens y trabaja como médico especialista en el Hospital de Kingston, ambos en Ontario.
Santiago Pérez nos brinda más detalles en entrevista con Radio Canadá Internacional.
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