La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Gobierno de ese país anunciaron este domingo avances en el tema del narcotráfico, uno de los puntos más polémicos en los diálogos de paz que sostienen desde hace 15 meses en Cuba.
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia discuten actualmente una solución al problema de las drogas ilícitas, tras haber logrado acuerdos parciales sobre el tema agrario para dar un mayor acceso a la tierra a los campesinos pobres y sobre las garantías para el ejercicio de la oposición política por parte de la guerrilla.
«A lo largo de este ciclo de conversaciones, hemos avanzado sustancialmente en la construcción de acuerdos sobre diferentes aspectos contenidos en el punto de solución al problema de las drogas ilícitas», informaron la guerrilla y el Gobierno colombiano en un comunicado conjunto a la prensa.
El presidente Santos, que busca la reelección en los comicios de fines de mayo, ha puesto como su principal bandera de gestión la búsqueda de la paz con el grupo rebelde para concluir una confrontación armada que dura unos 50 años y que ha dejado más de 200.000 muertos y miles de desplazados.
«Lo que buscamos ahora es darle un renovado impulso a estas políticas y, en el marco del fin del conflicto, alcanzar la desaparición de estos cultivos que lo único que han traído es pobreza y violencia», dijo en un comunicado el ex vicepresidente Humberto de La Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno.
De La Calle dijo también que están trabajando en programas de prevención del consumo de drogas dentro del marco de las políticas de sanidad y en la solución a los fenómenos de producción y comercialización de narcóticos.
Por su lado, las FARC indicaron que elaboraron propuestas para la sustitución de cultivos de uso ilícito que deberán colocar en primer plano a los campesinos.
«Hemos andado el camino de los acuerdos, admitiendo, incluso, que es hora de comenzar con la transformación del régimen mundial de prohibición de drogas, hora de reemplazar las políticas y estrategias de drogas orientadas por la ideología y la conveniencia política», dijo Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla al cierre del ciclo 22 del diálogo.
El grupo guerrillero, acusado por las fuerzas militares de financiarse con la producción y el tráfico de cocaína, propuso que una comisión de Naciones Unidas y de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) haga un diagnóstico sobre el estado actual del negocio del narcotráfico y su influencia en Colombia.
A pesar de los diálogos instalados en La Habana desde noviembre del 2012, son frecuentes los bombardeos, los combates y los ataques entre guerrilla y gobierno.
Las conversaciones se realizan en medio de la confrontación por la negativa del Gobierno a firmar un cese del fuego bilateral, con el argumento de que podría ser aprovechado por la guerrilla para sacar ventaja militar y prolongar indefinidamente las negociaciones con las FARC, considerada una organización terrorista por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
Un nuevo ciclo de conversaciones se iniciará el próximo 4 de abril.
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