El jueves se llevó a cabo en Estados Unidos el primer debate de precandidatos del Partido Republicano, que bregan por lograr la nominación con vistas a las elecciones presidenciales de 2016.
El empresario Donald Trump ocupó el centro de atención, dejando entrever que podría llegar a presentarse como candidato independiente.
La discusión, que tuvo una duración de dos horas, presentó a 10 precandidatos que se confrontaron unos contra otros, en lugar de reservar sus críticas a su más probable futura adversaria demócrata, Hillary Clinton. La ex secretaria de Estado del presidente Barack Obama es la favorita para obtener la investidura de su partido.
En razón de su primer puesto en los sondeos realizados hasta el momento, Trump ocupó el centro del escenario e inició el intercambio, alegando que no se compromete a apoyar al candidato que resulte elegido en las elecciones primarias, y afirmando que no excluye presentarse como independiente, en caso que no logre la nominación republicana.
Si el empresario inmobiliario cumple su promesa, la masa de votantes de su partido podría verse dividida, lo que ayudaría aún más a las posibilidades de Hillary Clinton, que no sólo es bien vista entre los demócratas, sino que podría llegar a ser una candidata aceptable para los sectores más moderados de los republicanos.
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