El despido del jefe del FBI, James Comey, por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, es “un asunto interno”, dijo el miércoles el Kremlin, agregando que espera que el tema no “tendrá impacto” en las relaciones entre ambos países.
El comunicado, dado a conocer en la sede del gobierno ruso, sostiene que se trata de un “asunto absolutamente interno de Estados Unidos, una decisión soberana del presidente de ese país, que no tiene nada que ver y no debe tener nada que ver con Rusia”, declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La decisión del titular de la Casa Blanca produjo una onda de impacto en Washington, en momentos en que el FBI se halla en proceso de investigar los vínculos posibles entre el equipo de la campaña presidencial de Trump y Moscú, a la que se ha acusado de estar detrás de un presunto intento de interferencia en las últimas elecciones estadounidenses, en detrimento de la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Hasta pocos días antes de los comicios, la ex primera dama y ex secretaria de Estado aparecía como la favorita para ganar la elección y convertirse, de ese modo, en la sucesora de Barack Obama y en la primera mujer en llegar a la titularidad del Poder Ejecutivo estadounidense.
Por su parte, el presidente Trump defendió su decisión mediante una serie de mensajes difundidos en la red social Twitter. En el tono autorreferencial que lo caracteriza, el mandatario escribió que republicanos y demócratas “me agradecerán” por esa medida.
Trump no mencionó en ningún momento el efecto que el despido de Comey pueda tener sobre la investigación referida a los contactos de su campaña con jerarcas políticos rusos.
El presidente agregó en sus mensajes que cesar a Comey fue necesario para recuperar la “confianza y seguridad públicas”, alegando que el funcionario había demostrado poco rigor al tratar el asunto de los mensajes de correo electrónico que Clinton almacenó en un servidor privado cuando era secretaria de Estado.
El despido abrupto del jefe del Buró Federal de Investigaciones arroja dudas sobre el futuro de la pesquisa, en momentos en los que Comey aparecía como decidido a seguir adelante con las averiguaciones que, de confirmar los cargos, podrían haber puesto en aprietos a la administración estadounidense.
Voceros demócratas criticaron la decisión y pidieron el pronto nombramiento de un investigador independiente.
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