Para la mayoría de la gente, el fin de los conflictos armados es sinónimo de alivio, esperanza y una vida sin violencia. Para muchos niños nacidos de violaciones durante tiempos de guerra, la violencia contiúa aún después del armisticio.
Es la conclusión de un estudio reciente realizado por un equipo de la Universidad McGill de Montreal, dirigido por Myriam Denov, profesora en la Escuela de Trabajo Social y autora de otros estudios sobre niños soldados
La investigación en Uganda resultó de una serie de talleres artísticos hechos con niños nacidos de madres secuestradas y violadas por soldados del Ejército de Resistencia del Señor (ERS), un grupo rebelde liderado por Joseph Kony, famoso por su brutalidad durante la guerra civil de Uganda entre 1986 y 2007.
«El hecho de que estos chicos consideren la guerra – durante la que hay violencia, confusión, hambre y horror – como más deseable que la paz es totalmente confuso y demuestra hasta qué punto se sienten marginados«.
En el siguiente video se pueden ver algunos de los dibujos de los niños al tiempo que se escucha extractos de una entrevista que Myriam Denov otorgó a Paloma Martínez, de RCI:
La investigación de la Dra. Denov, además de crear sorpresa, puso de manifiesto temas en torno al abuso infantil y la negligencia, múltiples formas de violencia y de estigmatización, de exclusión social y de marginación económica sufrida por estos niños nacidos de madres que fueron mantenidas en cautiverio por el ERS. Todos estos fenómenos de violencia los niños los recibieron de varias personas, no sólamente los rebeldes del LRA, también de quienes debían protegerlos en sus comunidades después del conflicto.
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