Es un problema letal en la provincia de Terranova, que tiene la mayor concentración de alces en el mundo. Un sistema de sensores de alta tecnología que cuesta millones de dólares debía advertir a los conductores sobre la presencia de los animales. Pero no está funcionando.
Los críticos dicen que es tiempo de regresar a los antiguos métodos, menos tecnológicos.
Parte de un sistema sensor de alces de alta tecnología creado para advertir a los conductores de que los animales están cerca o en la carretera ha estado fuera de servicio durante semanas.
El Gobierno de Terranova y Labrador gastó 1,5 millones de dólares en la instalación de dos conjuntos de columnas con sensores infrarrojos en la autopista Trans-Canadá, en 2011, uno fuera de San Juan, la capital y el otro cerca de Grand Falls-Windsor.
Paneles como ésta contienen sensores que lanzan luces intermitentes cuando detectan alces.
Los sensores están supuestos de accionar las luces de advertencia si detectan alces, pero el sistema cerca de San Juan no está funcionando.
La instalación de éste sensor y otro cerca de Grand Falls-Windsor le costó a la provincia 1,5 millones dólares.
«En realidad, ahora es la broma de la ciudad», dijo Eugene Nippard del Comité de Acción “Salvar nuestra gente” un grupo que ha estado presionando a la provincia para tomar medidas que reduzcan el número de colisiones de los alces con los vehículos en las carreteras de la provincia.
Nippard, que vive en Grand Falls-Windsor, dice que los sensores son un fracaso.
«Es una falsa sensación de seguridad y es triste tener que decir esto, ya que este sistema de Grand Falls-Windsor ha estado sin funcionar alrededor del 70 por ciento del tiempo, El sistema no está funcionando en este momento. Yo puedo verificar este sistema por mí mismo. «
Él estuvo implicado en un accidente de vehículo de alce hace unos años.
La isla de Terranova tiene la mayor concentración de alces en el mundo, y los choques a menudo causan la muerte de personas o heridas para toda la vida. El grupo quiere cercos.
Nippard dijo que su grupo quiere una solución más simple, pero más cara: vallas, cercas, al igual que los cientos de kilómetros ya instaladas para la vida silvestre a lo largo de la carretera en la provincia vecina de Nuevo Brunswick.
La provincia instaló vallas a lo largo de un pequeño tramo de carretera en el oeste de Terranova como parte de su proyecto piloto.
Irving Filatre de la comunidad de la costa oeste de Barachois Brook dice que cree que la cerca funciona.
«Conduciendo ida y vuelta de un lado a otro de Corner Brook, he visto unos cuantos alces en el interior de la valla, a lo largo de la valla», dijo Filatre. «Los alces en invierno, dejan las huellas allí. Usted sabe que ellos están tratando de pasar al otro lado.»
Funcionarios provinciales dijeron que están a la espera de las piezas de recambio del sensor y una actualización del software . Y dice que darán su opinión sobre la eficacia de los sensores al final del proyecto piloto, en el otoño canadiense.
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