Este martes cientos de policías antidisturbios se lanzaron contra las barricadas levantadas por los manifestantes en la Plaza Taksim de Estambul, utilizando gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua
La ofensiva de la policía, que se produce a 12 días del inicio de un vasto movimiento nacional de protesta contra el gobierno turco, provocó enfrentamientos.
La plaza fue escenario de continuas escaramuzas entre policías y los manifestantes que se instalaron el área por más de una semana en protesta contra el gobierno turco.
Muchos de los manifestantes huyeron hacia el Parque Gezi, donde cientos de manifestantes han estado acampando para impedir que los empresarios de la construcción talen los árboles del parque.
A medida que la policía ingresaba a la zona de las barricadas y los campamentos, las topadoras comenzaron a demoler las construcciones y refugios improvisados.
Una manifestación pacífica contra la construcción de edificios en un parque público se ha transformado en un masivo rechazo al primer ministro Recep Tayyip Erdogan y la forma autocrática de ejercer la autoridad de gobierno.
Por su lado, Erdogan dejó en claro este martes que su paciencia con los manifestantes había llegado al límite y los que acusó de mancillar la imagen de Turquía en el extranjero.
«A aquellos que se encuentran en la Plaza en Taksim y en otras partes manifestando con sentimientos sinceros, les pido afectuosamente que dejen esos lugares y pongan fin a estos incidentes. Pero a aquellos que quieren continuar con los incidentes yo les digo: ‘Se acabó. No tendremos ninguna tolerancia para con ellos», dijo Erdogan en la capital, Ankara, mientras se llevaba a cabo la ofensiva policial.
«No sólo vamos a poner fin a sus acciones, sino que vamos a perseguir sin cuartel a los provocadores y terroristas, y nadie se saldrá con la suya”, añadió el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.
La protesta antigubernamental, que se ha extendido a 78 ciudades en Turquía es una reacción a lo que algunos sectores de la sociedad consideran un creciente autoritarismo de Erdogan y sus intentos de imponer un estilo de vida religioso y conservador en un país de leyes seculares.
La Fundación Turca por los Derechos Humanos elevó este martes a cuatro el número de muertos tras más de una semana de protestas en el país.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.