Mientras que el ex jefe de Estado de Sudáfrica está luchando para mantenerse con vida, la suerte quiso que la escuela que lleva su nombre goce de una segunda juventud.
Nelson Mandela había venido en persona en 2001 para inaugurar la escuela en Toronto. A partir de entonces, la escuela fue cerrada durante tres años para renovar el edificio centenario.
En esa época, el estudiante que debía leer el discurso para agradecer la visita del ex presidente había sido incapaz de llegar hasta el final, vencido por la emoción.
Doce años más tarde, cuando Nelson Mandela se encuentra hospitalizado, otra ceremonia en su honor se llevó a cabo en la escuela.
Y como lo demuestra el estudiante Basboos Zayn, el aura del ilustre personaje vuela todavía en la escuela. «Es una gran fuente de inspiración para mí, porque demostró que todos los sueños son posibles. »
«Cada maestro habla de los valores de Mandela, de la lucha contra el racismo, de la lucha por la inclusión, es importante contar con este enlace agrega Lucie Lafontaine, que enseña francés. Él está presente en nuestra escuela. »
Para el Alto Comisionado de Sudáfrica a Canadá, Membathisi Mdladlana, que fue nombrado ministro de Trabajo por Nelson Mandela en 1998, después de haber llorado tanto por Mandela durante su vida, pronto llegará el momento de celebrarlo.
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