Casi 40.000 personas fueron secuestradas en las últimas cuatro décadas en Colombia, una tradición triste todavía arraigada en este país asolado por los conflictos armados, según un estudio publicado el jueves por el Centro de la Memoria Histórica en Bogotá.
Este informe ha sido elaborado a partir de datos oficiales proporcionados por la policía, la fiscalía o los servicios de inteligencia colombianos, pero también por pruebas reunidas por las organizaciones no gubernamentales que operan a nivel local.
«Hay 39.058 personas que fueron secuestradas al menos una vez en su vida entre 1970 y 2010,» en este país de 47 millones de habitantes, se indica en este estudio, realizado por el instituto Cifras y Conceptos y financiado por la Unión Europea.
El objetivo de este estudio es «una forma más de expresar la voz de las víctimas» y de poner en evidencia la verdad y de ayudar a la justicia a «ofrecer reparación», dijo el Centro de la memoria histórica, admitiendo también que no hay «consenso» o «certeza» absoluta acerca de esos números.
Verdadera radiografía del secuestro, la encuesta muestra que el 80% de las víctimas eran hombres de entre 18 a 65 años que viven en el sector rural y cuya captura tiene un motivo económico. El caso de los extranjeros, tan publicitado, sigue siendo una minoría, o 3%.
El rescate es una de las principales razones para el secuestro, 84% de las personas que lo sufren permanecen en promedio entre un día y un mes en las manos de sus secuestradores antes de ser liberadas.
Una de las raíces de este problema deriva de los conflictos internos, que pone en el escenario desde hace medio siglo a las guerrillas comunistas, entre ellas las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a las milicias paramilitares de extrema derecha – disueltas oficialmente – y a las bandas criminales.
Las FARC, que renunciaron oficialmente en 2012 a los secuestros para pedir rescate con el objetivo de iniciar conversaciones de paz abiertas con el gobierno, son responsables de 37% de todos los secuestros en treinta años.
De todos los secuestros, la quinta parte de las víctimas fueron rescatadas por la policía, el 67% fueron puestas en libertad, a menudo a cambio de rescate, y 5% fueron capaces de escapar, mientras que el 8% de ellas fueron asesinadas, según el informe.
Motivo recurrente de indignación en el país, sólo el 8% de los casos dio lugar a una condena de los autores.
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