Los tradicionales desfiles anuales que conmemoran la victoria de Guillermo de Orange contra el monarca católico al que destronó, Jaime II, en la batalla de la Boyne en 1690, provocaron violentos enfrentamientos por la tercera noche consecutiva en Irlanda del Norte.
Manifestantes protestantes lanzaron cocteles molotov, ladrillos y botellas a la policía. Los manifestantes levantaron una barricada de fuego en una carretera e incendiaron un coche. Los enfrentamientos comenzaron el viernes por la noche, después de un diferendo sobre el recorrido de los desfiles.
La policía afirma que desplegó a centenares de agentes de Gran Bretaña que vinieron a su refuerzo. Los protestantes de la Orden de Orange y el gobierno de Irlanda del Norte lanzaron un llamado a la calma.
“Es importante conservar la cabeza fría en estas circunstancias y espero que la gente obedecerá al comunicado de la Institución de Orange, que les pide cesar la violencia”, declaró Peter Robinson, Primer ministro de Irlanda del Norte.
Cuarenta y ocho policías resultaron heridos en el transcurso del fin de semana y 49 personas fueron detenidas, entre las que se encuentra un niño de 10 años.
Como todos los años, durante el verano, miles de miembros de la Orden de Orange organizan desfiles en memoria de la victoria de Guillermo de Orange, lo que los católicos consideran como una provocación. Muchos de los católicos están a favor de la unión entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Después de los acuerdos de paz firmados en 1998, los enfrentamientos entre católicos y protestantes se volvieron raros, incluso si algunos se presentan a veces durante estos desfiles.
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