El conductor del tren que descarriló el miércoles en España fue acusado de 79 homicidios por negligencia, después de haber declarado ayer domingo ante un juez en la corte de Santiago de Compostela.
Después de una audiencia de dos horas ante el juez, Francisco José Garzón Arno, de 52 años, fue puesto en libertad bajo control judicial. El juez considera que «no hay riesgo de fuga o de destrucción de pruebas.»
El juez le retiró el pasaporte y le exigió que se presente una vez por semana a la espera de juicio.
De acuerdo con el diario español El País, él habría confesado ante la corte haber actuado de manera «imprudente». A principios de esta semana, el conductor se había negado a hablar con los investigadores.
El accidente causó 79 muertos y 177 heridos. El número de víctimas de la catástrofe ha aumentado el domingo después de la muerte de una persona lesionada. Treinta pasajeros aún estaban en estado crítico. Las autoridades anunciaron que han sido identificados todos los cuerpos.
Un funeral solemne está programado para el lunes.
En defensa del conductor
El sindicato de maquinistas denunció la forma en que se trató a Francisco José Garzón, acusando a la policía de basarse en informaciones no verificadas. «Se lo llevaron esposado, es algo que no se puede hacer de esta manera», dijo el portavoz del sindicato Santiago Pino.
Por su parte, algunos comentaristas tratan de minimizar la responsabilidad de Garzón. El diario La Vanguardia denuncia la posibilidad de que el control de velocidad del tren se base totalmente en el conductor en el lugar donde se produjo el accidente.
«Está claro que en un tren de alta velocidad, no podemos confiar exclusivamente en la profesionalidad del conductor. » La Vanguardia.
«Realmente creo que hay algo que no está bien con este tren, no es posible que el conductor sea el único culpable», dice la comerciante Dolores Mato, que tiene una tienda cerca de la catedral.
Sin embargo, para Julio Gómez-Pomar, propietario de la compañía de ferrocarriles españoles, la hipótesis de un fallo del sistema de seguridad «no tiene mucho sentido.»
El ministro del Interior español, Jorge Fernández, dijo de su lado el sábado, que no había pruebas suficientes para presentar cargos contra el conductor.
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