«Lo pasado es la raíz de lo presente. Ha de saberse lo que fue, porque lo que fue está en lo que es». José Martí
Resulta difícil encontrar un título apropiado y abarcador para comprender lo que fueron los años de exilio de Carmen Rodríguez. Carmen fue militante política en Chile, hasta los 25 años.
Partió al exilio y Canadá tuvo suerte de acogerla, porque aquí se convirtió en activista social, caminando junto a las Primeras Naciones. Pensé titular entonces esta historia: “De militante chilena a activista social canadiense”.
Pero si lo hacía así, tampoco le rendía justicia. Durante la entrevista, algo que podría ser banal como pregunta: “¿cómo evolucionaste en tanto que mujer en esos 40 años”? me sorprendió con una de las respuestas más interesantes y reflexivas dicha con total honestidad.
EscucheEl Chile de hoy también evolucionó. Carmen no oculta su admiración por el movimiento estudiantil y con humildad dice que le gustaría escuchar a esos jóvenes analizar los errores que los “viejos” cometieron en los años 70.
Menuda tarea resumir 40 años de exilio en una entrevista de pocos minutos. Pero Carmen tiene el don de la palabra y de la síntesis. No en vano es escritora, educadora y periodista.
Pero por sobre todo, es una madre y abuela orgullosa. Todo esto forma parte de su historia de los últimos 40 años. De ahí el título.
Carmen es autora de varios libros, entre ellos, la novela RETRIBUTION , la cual espera publicar próximamente en español con el título de EL DESQUITE. RETRIBUTION obtuvo el segundo lugar en la categoría “Best Popular Novel” de los “International Latino Book Awards” otorgados en Nueva York en 2012.
http://www.carmenrodriguez.ca/
CONFESIONES
© Carmen Rodríguez – 2009
confieso que me estoy aburgueciendo
me encantan mi casa propia
mi cama king mi laptop
y el café esprés
no sé qué haría si me faltaran
la aspiradora el lavarropas
el microondas la crema lift
este aburguecimiento me preocupa
pero no tanto como
la celulitis la papada y
el esporádico pelo en el mentón
de vez en cuando
el internet inalámbrico
insiste en contagiarme
con preocupaciones ajenas
como esta mañana cuando
navegando por youtube
me asaltaron niños famélicos
bombazos terremotos
golpes de estado con olor a la cía y
sabor al pentágono
en tales ocasiones
mi índice derecho
se apresura
a pulsar la tecla del escape
no vaya a ser que
este corazón patuleco
se ponga a latir al revés
y me deposite
una vez más en
aquella vida lejana
desnuda y generosa
en la que yo no tenía nada
quiero decir
nada
fuera de
mis hijos
una bandera rojinegra
y una revolución por hacer
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