El gobierno canadiense decidió imponer nuevas reglas para las tarjetas de crédito prepagadas, más no obstante, estas reglas entrarán en vigencia solo después del período de compras navideñas.
El gobierno federal impondrá una serie de restricciones para este tipo de tarjetas, tales como el fin de la fecha de expiración y la prohibición de facturar gastos de administración en el transcurso del primer año.
Los emisores de estas tarjetas, que a menudo son ofrecidas como regalo, deberán anunciar todos los cargos y las condiciones al exterior del empaque, pero algunas fuentes indicaron que la nueva reglamentación no se aplicará antes del mes de mayo próximo.
Las reglas se inspiran de las recomendaciones hechas el otoño pasado por el ministro federal de Finanzas, Jim Flaherty. La noticia debería ser anunciada esta tarde en Ottawa por los ministros Kevin Sorenson y Maximen Bernier.
El gobierno conservador de Stephen Harper ha hecho de la protección del consumidor una prioridad en el orden del día que estableció en previsión de la campaña electoral de 2015.
Durante el discurso del Trono el mes pasado, el gobierno prometió adoptar medidas para reducir los costos exorbitantes vinculados a la telefonía celular, obligar a los abastecedores de televisión por cable y satélite a ofrecer a sus clientes de pagar sus servicios a la carta y disminuir la diferencia de precios entre los comerciantes estadounidenses y canadienses.
Un representante del gobierno afirma que la industria de tarjetas prepagadas está plagada de gastos ocultos que permitiría reducir considerablemente el valor de la tarjeta con el correr del tiempo.
Este sector, aunque nuevo, es prometedor y en crecimiento. Ya en 2011 este mercado se podía evaluar en 850 millones de dólares.
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