Un videojuego para teléfonos inteligentes que ayuda en la lucha contra el cáncer

Escuche Hasta hace no mucho tiempo, el común de la gente hablaba sobre lo malo que son los videojuegos para la salud. Ese paradigma está cambiando y ahora se afirma repetidamente que si bien estos juegos pueden tener ciertas consecuencias perjudiciales para la salud, también se admite que mantienen un estado de alerta especial en los usuarios, ayudan a retardar el envejecimiento neuronal y agilizan la mente, cuando se los utiliza con regularidad. Esta semana se conmemoró el “Día mundial de la lucha contra el cáncer y la organización inglesa “Cancer Research” presentó un videojuego para teléfonos móviles que permite, jugando, ayudar a detectar las fallas genéticas que permitirían al cáncer crecer y desarrollarse.

Hace ya algunos años, fue presentado en Nueva Zelanda  un juego llamado Sparx, creado por psiquiatras para ayudar a personas con depresión, donde se mostraba un mundo imaginario donde un joven asumía un papel positivo y podía salvar al mundo de la desesperación.  En ese mundo imaginario, el jugador debía, mediante un avatar, destruir los pensamientos negativos con bolas de fuego para salvar al planeta de la desesperanza y el pesimismo.

En marzo de 2013, un equipo de Investigación sobre cáncer del Reino Unido, en conjunto con desarrolladores de Amazon Web Services, Facebook y de Google se unieron a académicos, científicos, jugadores y diseñadores durante un fin de semana llamado “GameJam” para crear un atractivo y divertido  juego que traduce los datos para la investigación científica. A partir de estas experiencias, fueron tomadas las estrategias e ideas y se logró el desarrollo de esta nueva plataforma. En este contexto de avance tecnológico, “Cancer Research” presentó “Play to Cure: Genes in Space”. Básicamente, este juego permite realizar el análisis de datos biométricos de los usuarios mientras participan del juego. Dentro de la interface, los jugadores deberán guiar una nave espacial por un camino plagado de obstáculos, mientras juntan en la nave el elemento “Alfa”.

Hannah Keartlland, del organismo “Cancer Research” aseguró a la agencia de noticias Reuters, que “ese camino lleno de obstáculos es, en realidad, la representación de información genética obtenida por el análisis del ADN de múltiples tumores cancerígenos”. A través de cada movimiento, cada cambio de rumbo realizado con la nave en búsqueda del elemento Alfa, el programa revela patrones que sirven como datos para el análisis de diversas variaciones de material genético. Numerosos jugadores pasarán evidentemente por mismo terreno pero eligiendo el camino que les resulte más eficiente; la información generada por ese trayecto será enviada por el juego en forma anónima a la institución para su investigación.

Los investigadores trabajan analizando cromosomas que tengan fallas. Con la ayuda de desarrolladores de software transformaron los datos recogidos en el análisis del ADN presente en los tumores y los reprodujeron en forma de obstáculos que deberán ser sorteados con la nave espacial comandada por los usuarios en el videojuego. La información del camino elegido por el jugador es transmitida a los servidores en Inglaterra del laboratorio de “Cancer Research” para su investigación.

Con el análisis de estos datos, descubrieron que el ojo del ser humano sigue siendo más rápido que el software para analizar patrones y encontrar errores. Además, mientras más personas jueguen es mejor porque significa que más ojos están buscando caminos en esa topografía digital creada a partir del análisis de tumores cancerígenos. Y es justamente por eso que decidieron aprovechar la popularidad de los teléfonos inteligentes y así lograr que, con la ayuda de la tecnología, camuflado en un entorno lúdico y sin mucho esfuerzo, la gente pueda contribuir en la lucha contra el cáncer.