Los sobrevivientes Joe George (derecha) y Mary George (izquierda) se abrazan durante una audiencia de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en Vancouver, en septiembre
Photo Credit: PC / DARRYL DYCK

Último testimonio ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación sobre los aborígenes canadienses

El legado sórdido de las escuelas dirigidas por la iglesia

La Comisión de la Verdad y Reconciliación, encargada de recoger las historias de los antiguos alumnos de los pensionados indígenas grabó su último testimonio, después de casi cuatro años de audiencias públicas.

Miles de víctimas han compartido recuerdos inquietantes de abusos en estas escuelas. Estas historias forman  parte ahora de los archivos (filmados) de uno de los capítulos más oscuros de la historia de Canadá.

Para muchos, el acto de contar fue un proceso doloroso.

«Fue muy difícil, muy duro para nosotros, aun hoy,  hablar de ello», dijo Raymond Yakelaya, que sólo tenía 10 años cuando se fue a vivir en una escuela residencial en Inuvik, Territorios del Noroeste.

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Raymond Yakelala, un sobreviviente de las escuelas residenciales © CBC

Estando allí, Yakelaya dijo que sus compañeros de estudios – algunos de tan sólo cinco años de edad – fueron abusados ​​física y sexualmente. Muchos, más tarde, se suicidaron-, dijo, porque no podían hablar de lo que les había sucedido.

«Eran nuestros amigos,  eran buenos jóvenes, talentosos – y lo que pasó con ellos no fue su culpa,» dijo.

Para algunos representantes de las comunidades indígenas de Canadá, la narración de estas historias ayudó a hacer nacer un rayo de esperanza y alivió muchas tensiones.

«En varias ocasiones, es mi propia historia la que me fue contada. «

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Wilton Littlechild, Jefe Honorario de los Crees Maskawacis y Comisionado de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación © CBC

«Se ha vuelto muy difícil emocionalmente porque también yo debo componer con mi historia personal, dijo el comisario, abogado y Jefe Wilton Littlechild, también un ex residente. Al mismo tiempo, me ayudó en mi propio proceso de curación. »

«Muchos se han curado con sólo contar sus historias,» considera Vicki Crowchild, de 80 años, miembro de la Nación Tsuu  T’ina situada fuera de la ciudad de Calgary, provincia de Alberta.  El hecho de testificar, cuando su agresor  le había que nadie le creería,  le fue extremadamente beneficioso.

Bajo la dirección del Juez Murray Sinclair, la comisión ha visitado más de 300 comunidades desde principios de las audiencias en Winnipeg, provincia de Manitoba, en junio de 2010.

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La Comisión de la Verdad y la Reconciliación presidida por Murray Sinclair, ha visitado más de 300 Comunidades desde el inicio de las audiencias en Winnipeg, en junio de 2010. © (Darryl Dyck / The Canadian Press)

Desde principios del siglo pasado, cerca de 150.000 niños de las Primeras Naciones , inuit y  mestizos fueron separados de sus familias y obligados a ir a estas escuelas religiosas. La última escuela residencial, cerca de Regina, provincia de Saskatchewan, se cerró en 1996 .

Niños separados de sus familias

Según los relatos recogidos por la comisión, los niños fueron enviados a cientos de miles de kilómetros de sus casas, sin contacto con sus familias, a veces durante años. Los hermanos y hermanas fueron separados y castigados por cualquier demostración de afecto.

Los sobrevivientes recuerdan que tenían constantemente hambre, que eran golpeados, azotados y sexualmente abusados ​​. Muchos murieron a causa de enfermedades, algunas de las causas misteriosas. Y otros se suicidaron.

Y el daño que estos tratamientos causaron a los sobrevivientes atraviesa los tiempos. “Cuando salí del internado, cuando finalmente se cerró, regresé a  mi comunidad compuesta por 95 % de  alcohólicos, dijo Martha Marsden , una ex estudiante de un internado en Alberta. Así es como nuestros padres reaccionaron al hecho de que sus niños les fueron arrancados de los brazos.»

En 2007 , a raíz de una acción colectiva , Ottawa presentó una disculpa oficial y estableció la Comisión de la Verdad y la Reconciliación , que representa un gasto de 60 millones de dólares al gobierno para establecer el balance histórico de esta tragedia y sus consecuencias.

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De izquierda a derecha, Annie Aleequq, Minnie Freeman y Debbie Gordon-Ruben declararon ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación en la ciudad de Edmonton. © CBC/Evan Adams

El peso de  una nueva generación de aborígenes canadienses

La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá llevó a cabo su último día de audiencias en  Edmonton. CBC/Radio Canadá dio un espacio a  la primera generación de  aborígenes que no conocieron una escuela residencial para compartir sus pensamientos sobre la reconciliación y lo que significa el legado de la misma para ellos. Una de las participantes fue Reneltta Arluk, escritora y actriz de Inuvialuit, de la nación Gwich’in y Chipewyan-Cree originaria de los territorios del Noroeste. Criada por sus abuelos,  Reneltta viajó con ellos a través del Norte. En 2008, Reneltta fundó  el Akpik Teatro en Yellowknife para ayudar a producir y contar historias indígenas del Norte.

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Reneltta Arluk es escritora y actriz de Inuvialuit, descendiente de la nación Gwich’in y Chipewyan-Cree de los Territorios del Noroeste. © (Pat Kane)

“Estás rodeado de sobrevivientes, si eres indígena. Están en tu familia,  son tus amigos, son tus tíos, tus tías, por lo que no puedes descartar el impacto que tiene en las comunidades”.

Mi sentimiento es que la Comisión dio permiso para hablar. Nosotros [ los indígenas ] estamos trabajando para encontrar nuestra voz y nuestra voz se hace cada vez más fuerte y estamos uniéndonos .

Y lo estamos haciendo de diversas maneras – a través de la enseñanza, a través de las artes, a través del periodismo, defendiendo a las Comunidades.

Siento que la Comisión es sólo una voz enorme donde la gente puede ir y compartir la suya y es tan desgarrador y al mismo tiempo tan vital porque no estamos solos en el dolor y compartirlo es muy necesario».

Fricciones con Ottawa

La Comisión se encontró a menudo en desacuerdo con el gobierno federal. Algunas disputas terminaron en los tribunales. Los jueces han criticado duramente al gobierno por no presentar las pruebas que tenían.

La semana pasada, una vez más, Stan Loutit , el gran jefe de Consejo Mushkegowuk , pidió al ministro de Justicia , Peter MacKay , que despida a los abogados del gobierno por retener informaciones relacionadas con la tristemente famosa escuela residencial de Santa Ana en Fort Albany, en la provincia de Ontario.

El Presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación se quejó él mismo  hace unos días que Ottawa suprimía un programa de apoyo a las víctimas de las escuelas residenciales.

A pesar de todo esto,  el final de esta fase de la Comisión suscita un cierto optimismo . Littlechild y Calvin Bruneau de la comunidad Papaschase de Alberta perciben un inicio de reconciliación entre el gobierno y los pueblos aborígenes.

«Espero que esto nos llevará a mejorar las relaciones en general entre las Primeras Naciones y el gobierno «, dijo Bruneau .

Tomará más de dos años volver a escuchar las  más de 6.500 historias que duran entre 10 minutos a cinco horas. La Comisión presentará su informe en junio de 2015.

 

 

Categorías: Indígenas, Política
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