Luis Guillermo Solís, candidato de centro izquierda, se impuso fácilmente este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Costa Rica, pero hay que decir que su principal adversario había renunciado a seguir haciendo campaña hace un mes.
Después del conteo de casi 78% de los votos, el representante del Partido Acción Ciudadana se acreditaba 77.69% anunció la Comisión electoral.
Juzgando que los resultados de las encuestas mostraban claramente una voluntad de cambio, Johnny Araya del Partido Liberación Nacional, candidato del partido en el poder, renunció en el mes de marzo de presentarse a la segunda vuelta, pero la Constitución costarricense exige la segunda vuelta se realice.
Antiguo alto funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores, Solís hizo su campaña sobre los temas de la lucha contra la corrupción, la instauración de una política de infraestructuras y la reforma de la instancia encargada de administrar el sistema universal de salud.
Johnny Araya fue objeto de una investigación por presunto abuso de poder y desvío de fondos en la época en que era alcalde de San José, la capital costarricense.
Durante mucho tiempo considerado como un oasis de estabilidad en Centroamérica, Costa Rica se encuentra ahora con graves dificultades económicas.
La deuda pública alcanza 50% del PIB, el desempleo está progreso constante y, a pesar de un crecimiento anual de 4.3% desde el año 2000, 20% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.