El gobierno conservador de Stephen Harper lejos de retractarse continúa sus críticas sin precedentes contra Beverly McLachlin, jueza en jefe de la Corte Suprema de Canadá.
Peter MacKay, ministro federal de justicia, se sumó ayer a la crítica y dejó entender que la Corte Suprema excedió los términos precisos de la ley al rechazar la nominación del juez Marc Nadon a ocupar un lugar en el más alto tribunal del país.
Es la decisión relacionada al juez Nadon que provocó el enfrentamiento público entre la jueza en jefe de la Corte Suprema y el primer ministro Stephen Harper.
En el mes de marzo pasado, la Corte determinó que el juez Marc Nadon no podía ser uno de los tres jueces de Quebec en ocupar un sillón en la Corte Suprema porque él provenía de la Corte de Apelaciones federal.
La ley sobre la Corte Suprema precisa que los jueces de Quebec deben provenir ya sea de la Corte de Apelaciones de la provincia o de la Corte Superior o haber pasado por lo menos 10 años a ejercer como miembro del Colegio de Abogados de Quebec.
Más no obstante, el ministro MacKay declaró en la Cámara de los Comunes este lunes que “antes de la decisión” de la Corte Suprema, no había absolutamente nada en la ley “que prohíba la nominación de un juez de la corte federal” a uno de los tres puestos de la Corte Suprema reservados para los jueces de Quebec. “No está escrito en la Ley sobre la Corte Suprema” afirma el ministro de Justicia.
El ministro MacKay reiteró que dos ex jueces de la Corte Suprema y expertos jurídicos consultados por el gobierno habían afirmado que el juez Nadon era admisible para ocupar un escaño del más alto tribunal del país.
El jefe del Nuevo Partido Democrático, NPD, Thomas Mulcair, acusó a Peter MacKay de “defender nuevamente su causa” en vez de aceptar la decisión de la Corte Suprema.
La semana pasada, el primer ministro Harper acusó a la jueza McLachlin de haber hecho una llamada telefónica “inoportuna e inapropiada” para prevenirlo que podría haber un problema de admisibilidad con la nominación del juez Nadon.
La jueza McLachlin publicó un comunicado para precisar que ella había hecho su advertencia antes que el juez Nadon fuera escogido oficialmente y antes que su nominación fuera cuestionada por el abogado de Toronto, Rocco Galati.
Ella declaró que había sido consultada por el Comité parlamentario que examina las candidaturas potenciales, como lo quiere la costumbre. Y afirma, que aunque hubiera advertido al ministro MacKay sobre un eventual problema de admisibilidad, no emitió ninguna opinión sobre la nominación como tal.
El jefe de la oposición oficial en el Parlamento canadiense, Thomas Mulcair acusó al ministro de Justicia, Peter MacKay de complicidad con el Primer ministro para “intimidar” a la Corte Suprema.
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