Los niños que emigran a Canadá después de la edad de nueve años tienen menos probabilidades de terminar la escuela secundaria y tener éxito en el futuro en la fuerza de trabajo, de acuerdo con un informe del organismo de reflexión, el Instituto CD Howe. En Canadá, los que no terminan la escuela secundaria o no obtienen diplomas de educación superior tienen menos oportunidades de trabajo y es probable que ganen menos.
«Esta fue una preocupación muy importante para nosotros», dice Colin Busby, co-autor del informe titulado Success of Immigrant Children Overlooked by Government Policies.(El éxito de los niños inmigrantes pasado por alto por las políticas gubernamentales).
La tasa de deserción escolar entre los niños nacidos en Canadá es de aproximadamente 10 por ciento y es similar a la de los niños que emigran a Canadá antes de la edad de nueve años. Entre los chicos que llegan cuando son mayores de nueve, alrededor del 20 por ciento no termina la escuela secundaria y cuanto más grandes son, menos probable es que vayan a terminarla.
La lengua es el factor
Los niños que eran más grandes cuando llegaron a Canadá, pero que hablaban inglés, tenían más probabilidades de terminar la escuela secundaria. Busby concluye que entre aquellos que no hablan inglés, cuantos más jóvenes son, más facilidades tienen para adquirir el lenguaje.
Los mayores pueden tener más problemas con eso, además de las dificultades normales de ser un adolescente con un posible choque entre las expectativas tradicionales de los padres y la necesidad de los adolescentes de encajar en la nueva sociedad.
El Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales de Canadá se cita como un ejemplo del problema. Se ha convertido en un camino para que las personas obtengan la residencia permanente, pero la forma en que está estructurado significa que las personas están separadas de sus hijos durante largos períodos. Ese retraso en la llegada de los niños, aumenta el riesgo de que no terminen la escuela o no tengan éxito en el mundo laboral.
Los inmigrantes son importantes para el futuro de Canadá, señala Busby . Él concluye que el gobierno haría bien en cambiar la política de inmigración para que tome en cuenta no sólo a las personas que solicitan venir aquí, sino a sus hijos también.
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