Separatistas pro-rusos derribaron este jueves un helicóptero del Ejército ucraniano, causando la muerte de 14 militares, incluyendo un general.
Mientras tanto, las fuerzas gubernamentales continuaban su ofensiva contra las fuerzas rebeldes en el este del país, tras la elección de un nuevo presidente.
En Kiev, el presidente interino Oleksander Turchinov dijo que el helicóptero fue derribado por fuego antiaéreo desde cerca de la ciudad de Slaviansk, bajo control de los separatistas desde abril.
Este es uno de los ataques más mortíferos de las fuerzas separatistas contra el ejército en dos meses de conflicto en el este de Ucrania. Se produce tras una ofensiva de las fuerzas del Gobierno a principios de esta semana que dejó un saldo de unos 50 rebeldes muertos.
En una franca admisión de que los rebeldes tienen el apoyo de combatientes rusos, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, dijo que los cuerpos de los voluntarios rusos caídos serán repatriados a Rusia.
El ministro del Interior, Arsen Avakov, acusó al Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, de estar detrás de la violencia en el aeropuerto, señalando que las armas capturadas en el aeropuerto tras la derrota de los rebeldes fueron traídas desde Rusia.
Kiev afirmó que Rusia, que anexionó la península ucraniana de Crimea en marzo, fomenta las rebeliones separatistas en el este de Ucrania con el objetivo de provocar el desmembramiento del país.
Moscú negó tales acusaciones y señaló que no puede evitar que combatientes rusos crucen la larga frontera terrestre hacia Ucrania para sumarse a la lucha.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó este miércoles a algunos países occidentales de empujar a Ucrania a un «abismo de una guerra fratricida» y reiteró su llamado a poner fin a la ofensiva militar lanzada por Kiev.
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