Los inmigrantes detenidos en el Centro Correccional del Centro-oeste en Lindsay, en el Centro Correccional Central Norte en Penetanguishene y el Centro de Detención del Oeste de Toronto Metro iniciaron el pasado 1 de junio un boicot histórico que durará un mes.
Este boicot es contra los procesos de evaluación de su detención. Ellos insisten en que ese proceso es parcializado, injusto y está organizado de tal modo que va en contra de los derechos de los detenidos.
Este proceso, llamado Evaluación de la Detención, es la pieza central del sistema de detención de inmigrantes. Es un proceso similar al de otorgar o no libertad bajo fianza. Se lleva a cabo a las 48 horas de detención, a los 7 días, y luego cada 30 días después de la detención. Los detenidos abogan su caso ante un miembro, que representa a Canadá y que decide individualmente sobre su liberación, los términos y condiciones de ésta o determinan la continuidad de su detención o su expulsión del país.
En conversación con Radio Canadá Internacional, Mina Ramos, coordinadora de la organización Fuerza Puwersa, en Ontario, explica que Canadá es uno de los pocos países en no tener un límite de detención en espera de la deportación, comúnmente conocido como “Período de presunción”.
Según ella, los funcionarios canadienses insisten en que los inmigrantes sólo son encarcelados durante períodos de 30, lapso de tiempo entre las revisiones de la detención. Sin embargo, bajo este sistema, hay personas que se encuentran encarceladas desde hace siete años, sin que pesen cargos en su contra.
Esta no es la primera medida de protesta de parte de los inmigrantes detenidos. 191 encarcelados en el Centro correccional de máxima seguridad de Lindsay llevaron a cabo huelgas de hambre y una protesta de no-cooperación en septiembre pasado, con dos detenidos que permanecieron en huelga de hambre por 65 días.
Los inmigrantes detenidos que participan en este boicot piden el fin al encarcelamiento indefinido y cambios en el proceso de evaluación de la detención de los inmigrantes.
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