Campeonato femenino Sub 20 de la FIFA. Canadá vs Corea del Norte.
Photo Credit: Rufo Valencia

Sub 20 femenino en Canadá: la humillación brasileña y la angustia canadiense

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Una nueva jornada de fútbol se llevó a cabo este martes en la Copa Mundial Sub 20 femenino que se lleva a cabo en Canadá.

En el estadio Olímpico de Montreal se llevaron a cabo dos partidos cruciales: Brasil debía ganarle a Alemania para avanzar a los cuartos de final. Tarea similar tenía la selección canadiense. Las jugadoras del país anfitrión tenían que derrotar a las norcoreanas para poder avanzar en el torneo.

Al final Alemania apabulló, una vez más, a Brasil con un marcador de 5 a 1, mientras que Canadá logró clasificarse con un tímido 1 a 0 al vencer al batallador equipo de Corea del Norte.

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Avance alemán contra la valla brasileña. © Rufo Valencia

Sucede algo sorprendente al ver jugar a un seleccionado alemán, y este Mundial Sub 20 femenino no fue excepción, y es ver ese trabajo de relojería futbolística que va armando este equipo a medida que avanza el juego.

Al inicio del partido, a las cuatro de la tarde, las brasileñas, dirigidas por Dorival Bueno, hostigaron la valla alemana con gusto y hasta con elegancia, donde no faltó la vistosa jugada en la que con los talones se eleva la pelota por encima de la defensa alemana, lo cual arrancó aplausos a la hinchada.

Sin embargo, poco a poco, las alemanas fueron calibrando su juego, midiendo mejor sus pases y la velocidad de las defensas brasileñas. De este modo transcurrió el primer tiempo, que acabó con un marcador en cero.

Fue en el segundo tiempo que se abrieron las puertas del abismo para las brasileñas. Y todo empezó con el buen augurio de un gol que a Brasil le cayó del cielo al minuto 41. Ese gol de Carol, que debía haberle dado más ímpetu a las brasileñas, acabó poniendo en marcha la implacable relojería alemana.

Fue así que las alemanas comenzaron a neutralizar la defensa brasileña y comenzaron a llover los goles alemanes mediante pases precisos y sendos remates.

La mediocampista Sara Daebritz anotó tres y la delantera Pauline Bremer tuvo que contentarse con otros dos. De no haber sido por el pito final, habrían podido repetir el 7 a 1 con el que Alemania demolió a Brasil en el reciente mundial de fútbol en Brasil.

Esta victoria se explica porque las alemanas jugaron un fútbol de equipo, coordinado, de fulminantes contraofensivas, mientras que las jugadoras brasileñas parecían abandonadas a una soledad colectiva.

La atacante brasileña Patricia, con la camiseta once, deambulaba por la cancha pidiendo a sus compañeras que le pasen la pelota sin mayor éxito. A menudo ocurría que una delantera brasileña se encontraba sola con la pelota, rodeada de cinco alemanas, sin tener con quien jugar ni a quien pasar el balón. Así fue eliminada la selección brasileña, que ya había sido derrotada por Estados Unidos en Edmonton por 1 a 0.

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Selección alemana saluda al público en el Estadio Olímpico de Montreal © Rufo Valencia

En el segundo partido, que tuvo un algo del añejo aroma de la Guerra Fría, el seleccionado femenino de un Canadá capitalista se enfrentó a la selección de la comunista Corea del Norte. Afortunadamente, como se trata de jugadoras de menos de 20 años, solamente los mayores sintieron, o imaginaron, ese aroma de la Guerra Fría. Para los jóvenes canadienses en las graderías este partido fue una celebración, ya que no cejaban de cantar y agitar las banderas con la roja hoja de arce.

El partido comenzó con profundos avances de la escuadra norcoreana que mostró un fútbol preciso en los pases. Este país ganó el título en 2006 y es considerado como uno de los equipos fuertes en este torneo.

Las canadienses comenzaron el partido cautelosamente, sabiendo que cualquier error podía ser el último ya que una derrota era impensable. Algo que se destaca en el seleccionado canadiense es su enervante preferencia por jugar hacia atrás. Esto puede explicar lo magro del marcador, ya que el primer tiempo acabó sin tantos.

En el segundo tiempo, una y otra vez Canadá salía hasta el mediocampo y de nuevo volvía con los pases hacia la defensa o la guardameta, dando con ello oportunidad a las norcoreanas de planificar su avance. Una vez con la pelota, las asiáticas ni siquiera necesitaban mirar hacia dónde pasaban la pelota ya que siempre llegaba a buen destino.

Afortunadamente, Canadá hizo algunos cambios en el segundo tiempo. Andrew Olivieri reemplazó a la mediocampista Emma Fletcher por la delantera de 16 años Amandine Pierre-Louis. Este cambio hizo posible que al minuto 65 la delantera Janine Beckie, con la camiseta 11, pueda anotar el único y angustioso gol de encuentro.

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Estadio Olímpico de Montreal © Rufo Valencia

Tras anotar el tanto, Canadá nuevamente se replegó en su terreno, aguardando y neutralizando el incesante ataque de las norcoreanas que no dieron tregua hasta el último minuto del partido. Fue así que Canadá pudo avanzar a la siguiente ronda de este campeonato mundial.

La selección femenina de Corea del Norte llegó al partido con toda el aura y lo que se puede imaginar de aquel país definido en los países occidentales como una brutal dictadura. La primera pregunta que le asalta a uno al final del partido es: ¿Qué les pasará a las jugadoras norcoreanas tras la derrota?

Hablando de hombres fuertes, que a menudo son malos perdedores, basta recordar que tras una derrota de la selección nacional iraquí, el hijo de Saddam Hussein, Uday Hussein, ordenó que todos los jugadores de la selección nacional fueran azotados en las plantas de los pies.

Queda esperar que al joven fuerte de Corea del Norte, el líder supremo, Kim Jong Un, tenga mejor cordura y sentido del humor que Uday y que más bien celebre el esfuerzo y el talento de las jóvenes norcoreanas que jugaron en Montreal un buen partido.

Finalmente, esta vez hubo mayor público en el inmenso Estadio Olímpico de Montreal, que tiene la forma de un gigantesco plato espacial. Hubo un poco más de 13.000 espectadores en las graderías. Allí se pudo ver a un único y solitario hincha norcoreano, con la bandera y los colores nacionales pintados en las mejillas.

La próxima fecha para las canadienses es el 16 de agosto. Será en Edmonton que se enfrentarán a la casi perfecta maquinaria de la selección alemana.

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