Los bebés de 10 meses distinguen los seres vivos de los objetos inanimados, según un estudio de la Universidad Concordia de Montreal.
El estudio incluyó a 350 niños de entre 10, 12, 16 y 20 meses.
Publicado en la revista Infant Behavior & Development, éste evaluó que los bebés comprenden la diferencia entre la trayectoria de movimientos de animales de los objetos.
Las investigadoras Rachel Baker, Tamara Pettigrew y Diane Poulin Dubois del Departamento de Psicología explican que esta capacidad de clasificar las cosas según sean animadas o inanimadas es importante. Es de hecho una habilidad intelectual fundamental que permite a los niños comprender mejor el mundo que les rodea.
«Los bebés son muy inteligentes. Para averiguar lo que saben, hay que ser creativos y explotar sus comportamientos naturales. De esta manera, pudimos demostrar que los bebés tienen una cierta comprensión de los animales y los objetos, aun cuando ni siquiera puedan formularla con palabras. «- Rachel Baker.
Como los niños pequeños no podían expresarse con palabras, los científicos utilizaron un método basado en el acostumbramiento visual. Esta técnica mide el tiempo que una persona fija con los ojos un objeto.
«Podemos evaluar los conocimientos que posee un niño de un determinado fenómeno según el tiempo que lo observó. De hecho, dicen, los bebés están más interesados en cosas nuevas que en las cosas familiares. «- Rachel Baker.
Por ejemplo, secuencias animadas de un autobús o de una mesa que pasan por encima de una pared mantienen la atención de los niños más que las imágenes de los mismos objetos que golpean contra una pared. El primer escenario fue así más nuevo para los niños que el segundo. Además, los bebés se interesaron más en un gato que salta por encima de una pared que en un gato que rebota contra la misma. Por lo tanto, según los autores, en el espíritu de un niño, los gatos pueden saltar y rebotar.
Este comportamiento coincide con la realidad. En general, el movimiento de los objetos es más predecible que el de los animales. Estos resultados muestran que los bebés de 10 meses tienen alguna conciencia de este hecho.
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