Des policiers anti-émeutes dispersent les manifestants qui ont bloqué une route lors d'une manifestation de travailleurs à Buenos Aires, mercredi.

En Argentina la policía intenta dispersar a manifestantes que bloquean una vía de acceso a Buenos Aires.
Photo Credit: Enrique Marcarian / Reuters

Huelga general de 24 horas en Argentina

Sindicatos opositores al gobierno de la presidenta Cristina Fernández y agrupaciones de izquierda participan este jueves en la segunda huelga general del año, reclamando mejoras salariales, en momentos en que Argentina enfrenta una recesión económica, una alta inflación y las acciones hostiles de los fondos buitres estadounidenses.

La huelga de 24 horas se hizo sentir en el sector del transporte carguero, aeronáutico, y ferroviario. La medida de presión también afecta al sector bancario, las gasolineras y la administración pública. Las actividades en los puertos de Rosario, el mayor polo agroexportador del país, también se encontraban paralizadas.

Por su parte, el Gobierno hizo saber que el acatamiento de la huelga era limitado debido a que la medida era apoyada por un número reducido de sindicatos.

«El 75 por ciento de los trabajadores manifestó su voluntad de trabajar este día y no se adhirió al paro propuesto por un grupo de sindicatos de dirigentes sindicales opositores», declaró el jefe de Gabinete del gobierno argentino, Jorge Capitanich.

Grupos de izquierda bloqueaban los principales accesos a Buenos Aires y mantenían enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que intentaban mantener despejadas las vías.

El dirigente ferroviario Rubén Sobrero explicó que los motivos de la huelga son las suspensiones, los despidos en las empresas automotrices, alimenticias y mecánicas, además de la revisión de los impuestos salariales y la reapertura de las negociaciones salariales paritarias.

La protesta fue convocada por la principal central obrera opositora, la Confederación General del Trabajo, que controla sindicatos como el de los choferes de camiones, y un sindicato menor, la Central de los Trabajadores Argentinos, con presencia entre los empleados estatales.

Los principales sindicatos industriales, cuya cercanía al gobierno de Cristina Fernández les está generando conflictos internos con delegados de fábricas que responden a partidos de izquierda, decidieron no participar en la huelga.

Esta es la segunda huelga general del año encabezada por dirigentes sindicales opositores. La anterior, a mediados de abril, tuvo un mayor impacto debido a que se había adherido a la medida el Sindicato de transporte automotor, que controla el sistema de autobuses.

El dirigente ferroviario Rubén Sobrero advirtió que si el reclamo no es escuchado habrá otra huelga de 48 horas en septiembre.

Argentina entró en recesión en el primer trimestre debido a un nivel bajo de inversión y la alta inflación en el país. El default de la deuda que afecta al país desde el mes pasado, ocasionado por las acciones hostiles de los fondos buitres estadounidenses, podría agravar el estado de una economía que podría contraerse este año por primera vez en más de una década.

Según cálculos privados, la inflación podría superar este año el 30 por ciento. El año pasado, los precios al detalle aumentaron alrededor de un 25 por ciento.

La creación de puestos de trabajos en el sector privado se encuentra estancada y sectores como el automotriz tuvieron que licenciar o suspender a sus trabajadores.

El Gobierno ha intentado apuntalar la economía inyectando dinero a través de subsidios para mantener el consumo doméstico, una medida que, según algunos analistas, alimenta la inflación.

Según datos oficiales la tasa de desempleo alcanzó el 7,5 por ciento en el segundo trimestre, mientras que entre enero y marzo el nivel era de un 7,1 por ciento.

Categorías: Internacional, Política
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