Cuba puso en vigor a partir de este lunes reglas más estrictas al ingreso de artículos de consumo que pueden llevar los viajeros a la isla y aumentó los aranceles, en un ajuste de las regulaciones que afectará a los cubanos que buscan paliar la escasez crónica de productos mediante las compras en el exterior.
Las nuevas regulaciones aduaneras buscan frenar el mercado negro de bienes de consumo difíciles de encontrar en las tiendas estatales. También amenazan con generar un aumento de los costos para los propietarios de pequeños negocios en la isla como tiendas, bares, restaurantes, cafeterías y salones de belleza que dependen de los productos que los viajeros traen al país en sus equipajes.
Desde hace más de 50 años, Cuba se encuentra sometida a un bloqueo comercial, económico y financiero por parte de Estados Unidos, lo cual afecta la capacidad de La Habana de importar bienes de consumo.
El presidente cubano Raúl Castro inició una serie de reformas económicas que permiten a los cubanos operar restaurantes, salones de belleza, cafeterías y servicios de transporte.
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