La policía de Hong Kong reprimió a primera hora del miércoles a los manifestantes prodemocracia, con el objetivo de despejar un túnel que había sido bloqueado con una barricada. En su embestida, los efectivos de las fuerzas de seguridad consiguieron desalojar a decenas de personas que se habían refugiado en el lugar.
La tensión se había agravado a última hora del martes, cuando un manifestante fue detenido mediante el uso de lo que algunos testigos calificaron como “fuerza desmedida”.
La policía habría intentado dispersar a la multitud, pero debió retirarse pocos minutos después ante la resistencia de los manifestantes, quienes se abocaron entonces a levantar la barricada.
El clima se enrareció entre ambas partes luego que el gobierno anuló las negociaciones que estaban previstas para el viernes de esta semana. Las autoridades expresaron que se vieron obligadas a adoptar esa decisión ante lo que consideraron como la imposibilidad de llegar a un diálogo constructivo.
Los manifestantes reclaman la dimisión del titular del ejecutivo local, Leung Chun-ying, que cuenta con el apoyo del gobierno central chino.
Al origen de las protestas se encuentra el reclamo de los habitantes de la excolonia británica de Hong Kong para que se permita la presentación libre de candidaturas, con vistas a los comicios que deben llevarse a cabo en 2017.
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