En las elecciones legislativas que se llevaron a cabo este lunes en Estados Unidos, los republicanos sacaron provecho de la ola de descontento entre el electorado para lograr el control del Senado.
La victoria republicana es un duro revés para el presidente Barack Obama, quien tendrá que limitar su agenda legislativa y cambiar el rumbo de sus políticas en los dos años que le quedan a su mandato.
En estas elecciones, los republicanos reforzaron su control en la Cámara de Representantes y, cuando asuma el nuevo Congreso en enero, estarán al mando de ambas asambleas legislativas por primera vez desde 2006.
La toma de control del Senado por parte de los republicanos forzará a Obama a reducir sus ambiciones. Su administración se verá forzada a actuar mediante órdenes ejecutivas que no requieren una aprobación legislativa o avanzar en temas a condición de obtener el apoyo de ambos partidos, como los tratados de libre comercio o las reformas tributarias.
Los resultados de las urnas también pondrán a prueba la capacidad de Obama para llegar a acuerdos con oponentes políticos que tienen ahora más confianza y que se han resistido a su agenda legislativa desde que fue electo por primera vez.
Obama, que llegó al poder en el 2008 y fue reelecto en el 2012, llamó a los líderes demócratas y republicanos del Congreso a reunirse este viernes en la Casa Blanca para hacer un balance del nuevo panorama político. El mandatario observó los resultados de las elecciones en la Casa Blanca.
Según los resultados, los republicanos vencieron allí donde los demócratas eran los favoritos, consiguiendo un escaño senatorial en Carolina del Norte y otro en Kansas, además de gobernadores en varios Estados de la unión, incluyendo Illinois, territorio político de Obama.
En ocho de 10 elecciones senatoriales consideradas como las más apretadas, los republicanos lograron imponerse. Los republicanos necesitaban ganar seis nuevos escaños para obtener el control del Senado, compuesto por 100 miembros, y a última hora tenían ya siete.
La victoria llegó cuando la republicana por Iowa, Joni Ernst, fue declarada ganadora sobre el demócrata Bruce Braley y cuando el republicano Thom Tillis derrotó a la senadora demócrata Kay Hagan, quien buscaba su reelección en Carolina del Norte.
Los candidatos republicanos también arrebataron a los demócratas escaños en el Senado en representación de los Estados de Montana, Colorado, Virginia Occidental, Dakota del Sur y Arkansas.
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