Una profesora canadiense se ha convertido en una experta en ayudar a los inmigrantes recién llegados a entender la dura realidad de los largos inviernos canadienses. Eso alivia a los inmigrantes y les ayuda a despejar mitos y leyendas sobre los fríos canadienses.
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El periódico The Globe and Mail de Toronto publicó un largo artículo sobre Pauline Perrotte, quien trabaja en una organización comunitaria de Montreal llamada Carrefour de ayuda a los recién llegados, CANA.
Pauline Perrotte discute estos días en sus diversas clases de mitos y conceptos erróneos que muchas veces sus estudiantes tienen acerca de lo que es el invierno en Canadá.
En frente de su clase, ella les pregunta a sus estudiantes, todos recién llegados a Canadá, ¿qué clase de rumores han oído aquí o en sus países de origen sobre el invierno canadiense?.
Una mujer de Irán levanta la mano. «Es necesario llevar gafas», dijo, «porque sus ojos pueden congelarse. »
Ricardo Roldan, de Venezuela, había oído hablar de la temperatura. «El aire es frío como un refrigerador. »
Patrick Dumont, natural de Isla Mauricio, frente a la costa occidental de África, dice que pensaba que su llegada «sería tan fría como un refrigerador», pero «que hace más frío aun. »
Una maestra que pone las cosas en claro
Durante 90 minutos, la Sra Perrotte intenta disipar algunos mitos e inspirar algo de entusiasmo sobre la temporada más emblemática de Canadá. Se analizan también el tema del factor viento, y de la ropa para cortar el frío, de trineo y del Hombre Carnaval, la famosa mascota del Carnaval de Quebec.
«La adaptación al invierno es la primera prueba de integración», dice Perrotte, ella misma originaria del sur de Francia y que llegó a Montreal el año pasado, justo a tiempo para una de las los inviernos más duros de los últimos 10 años.
Estos cursos sobre el invierno, según ella, ayudan a calmar los nervios de los recién llegados que a menudo nunca han visto un solo copo de nieve, y mucho menos un vórtice polar.
«La gente oye hablar de ventiscas y tormentas de hielo, y comienzan a preocuparse por sus familias y los niños», dice Perrotte. «Tratamos de tranquilizarlos, de decirles que el invierno es una temporada maravillosa y que el adoptarlo y adaptarse es parte de su integración. »
El comienzo de la temporada invernal es el momento adecuado para ponerse a escuchar la radio todas las mañanas y anotarse en la lista de correo o servicios de twitter o lo que sea que tengan en su ciudad y su escuela: todas las novedades pasarán por allí. Accidentes, demoras de servicios, avisos especiales, lo que sea. La radio y la tele serán sus aliados número uno para saber cuando llega la tormenta y saber como prepararse!
Por ejemplo: si ha caído mucha nieve y los transportes escolares no pueden salir deben saberlo a tiempo y planificar su día de acuerdo con esto. Por lo general, aunque los transportes escolares no funcionen, las escuelas permanecen abiertas. También puede ser que el servicio de transporte urbano se vea demorado o algunos recorridos se cancelen. Pero no se preocupen, a pesar que a veces las cosas se pueden poner difíciles en invierno los municipios y las Provincias cuentan con toda la infraestructura necesaria para enfrentarlas.
Es duro el invierno canadiense
En frente de sus estudiantes, Pauline Perrotte explica: «Siempre verifique el clima antes de salir de la casa. Tome en cuenta el efecto de enfriamiento del viento. Tenga siempre un sombrero, bufanda y guantes.
A continuación, muestra en el aula una foto con un par de manos con los dedos hinchados. «Lo siento por esto», dice Perrotte. «Cuando las manos están demasiado expuestas al frío, no sientes los dedos. » Una luz de alarma pasa por algunas caras …
A pesar de sus preocupaciones, los estudiantes dicen que se sienten tranquilos por el conocimiento de un país que inventó la moto de nieve y la máquina de sacar la nieve.
Mohamed Barakat, un técnico de 28 años, natural de El Cairo, dijo que vio los videos de YouTube para ver lo que parece ser una tormenta de nieve. Estaba asombrado por el despliegue de soldados en las calles de Toronto después de una gran tormenta.
«No tenemos nieve en Egipto. Me pregunté, después de 30 centímetros de nieve, que hace el gobierno? Tengo muchas ganas de ver eso. ¿Cómo circulan los coches en las calles? ¿Cómo hace la gente para caminar popr las veredas?
Mohamed tendrá que esperar un poco. Porque esta Navidad no fue “blanca”. Por el contrario, la invitada especial fue la lluvia.
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