Un ataque aéreo contra una base militar en la capital de Yemen dejó por lo menos siete muertos y decenas de heridos. Según fuentes médicas y testigos, se trató de una gran explosión que causó la voladura de vidrios en las viviendas.
La agencia estatal de noticias yemenita Saba, dirigida por el movimiento hutí que controla la capital, informó que el bombardeo dejó «decenas de mártires y cientos de heridos», citando a un funcionario de Gobierno.
Arabia Saudita, gobernada por una rígida monarquía religiosa, encabeza una alianza de países árabes sunitas que lleva adelante una serie de ataques aéreos contra el grupo chiita hutí, aliado de Irán, y unidades militares leales al ex presidente Ali Abdullah Saleh.
La última explosión afectó la base militar de Faj Attan, cerca del distrito de Hadda, que alberga el palacio presidencial y varias embajadas.
Adel Mansour, un residente de la capital dijo que fue la explosión más grande en las más de tres semanas de bombardeos lanzados por la coalición liderada por la monarquía saudita.
«Por primera vez desde que comenzó el bombardeo las ventanas de mi casa estallaron y mis hijos están aterrados», testimonió Mansour.
Un testigo en un hospital de la zona dijo que la sala de emergencia recibió a un gran número de víctimas, que recibieron heridas causadas por las esquirlas tras la explosión.
Los ataques aéreos sauditas, apoyados por Estados Unidos, tomaron como blanco la instalación en Faj Attan, además de otras bases militares y aeropuertos en Saná y el resto del país.
La explosión también dañó las instalaciones del canal de televisión Yemen Today, propiedad del ex presidente Saleh, donde varias personas resultaron heridas y la cadena se quedó sin señal, dijeron sus empleados.
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