La polémica ley antiterrorista del gobierno del primer ministro Stephen Harper fue adoptada el miércoles en la Cámara de los Comunes.

La ley antiterrorista, también conocida bajo el nombre de proyecto de ley C-51, fue adoptada fácilmente en su tercera lectura por 183 votos contra 96, con la mayoría del gobierno conservador y el apoyo de los liberales, el tercer partido en los Comunes.
La ley da más poderes al Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense (CSIS) para contrarrestar supuestos planes terroristas y no sólo para reunir información.
Aumenta también el intercambio de información de seguridad entre las organizaciones y agencias federales, amplía el alcance de las prohibiciones de vuelo y crea un nuevo delito criminal de instigación a cometer un acto terrorista.
Además, la ley le facilita a la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) obtener una orden de mantener la paz para restringir los movimientos de un sospechoso y prolonga las detenciones preventivas.
Antes de la votación del miércoles, la oposición neo demócrata votó ruidosamente – y en vano – por propuestas de enmiendas, entre otras, para proteger más la vida privada.
El pasado fin de semana, el primer ministro Stephen Harper elogió el proyecto de ley contra el terrorismo en un discurso ante las tropas canadienses en Kuwait. Él les dijo que les daría a las agencias de seguridad más poderes para luchar contra los planes terroristas.
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