Después de violentos combates el grupo armado Estado Islámico (EI), controla desde hoy la mayor parte de la ciudad vecina de Palmyra, el más célebre sitio arqueológico de Siria.
La televisión oficial siria informó que grupos importantes de yihadistas se habían infiltrado en la ciudad, donde los milicianos gubernamentales intentaban oponerse a su avance. La evacuación de la población civil, organizada por los milicianos, está en curso en el momento.
Un poco antes, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, OSDH, indicó que el EI controla un tercio de la ciudad, conocida bajo el nombre de Tadmur en árabe.

Los yidahistas sunitas habían entrado al sitio, clasificado patrimonio mundial por la UNESCO, el fin de semana pasado, antes de ser repelidos por las fuerzas gubernamentales.
Palmyra está estratégicamente situada a 240 kilómetros al noreste de Damasco, en el cruce de las carreteras que van a Homs y a la capital. El jefe de las antigüedades sirias, Maamun Abdulkarim, hizo un llamado para que se preserve la antigua ciudad y sus monumentos. Él precisó que centenares de estatuas habían sido ya guardadas en un lugar seguro y pidió al ejército sirio, a la oposición y a la comunidad internacional que salven el sitio.

En París, la directora general de la UNESCO, Irina Bokova pidió que cesen inmediatamente las hostilidades en Palmyra, donde los combates amenazan a “uno de los sitios más significativos y a la población civil que se encuentra allí”.
Según el OSDH, una ONG con sede en Londres, tanto las milicias gubernamentales como los combatientes del EI intercambian tiros de artillería en la ciudad y la aviación siria bombardea las posiciones del EI.
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